Amigue, date cuenta: señales de que ya no le gustas a alguien y consejos para superarlo sin dramas
Con el tiempo las relaciones cambian y a veces es difícil averiguar si ya no siente lo mismo porque hay señales confusas, pero en la mayoría de ocasiones hay indicadores obvios que nos negamos a aceptar
Cada persona es un mundo, pero existen siete señales de alarma: ¿Hace más caso al móvil que a ti? ¿Dice una cosa pero luego actúa de forma totalmente diferente? ¿Está haciéndote 'pocketing'?
Una psicóloga propone varias pautas para afrontar el rechazo y que nuestra autoestima salga ilesa
No falla, cuando tenemos que aconsejar a nuestro mejor amigo en asuntos del corazón nuestro radar es infalible, somos capaces de detectar atracción o red flags a una distancia kilométrica. Sin embargo, a la hora de aplicar esos consejos a nuestra vida amorosa algo se tuerce.
Debemos reconocer que con el tiempo las relaciones cambian. La mayoría de las veces para mejor, sustituyendo la pasión del principio y la emoción por compromiso, confianza y compatibilidad. Aun así, a veces la llama se apaga y cuesta verlo con claridad.
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Para determinar si dos personas se siguen gustando, cobra importancia un amplio abanico de factores. Por un lado, analizamos las conversaciones cara a cara y de WhatsApp con más interés y minuciosidad que el examen de selectividad de Lengua y Literatura. Al margen de lo que nuestra pareja nos dice, también nos fijamos en cómo lo dice. La comunicación no verbal juega un papel fundamental en el arte del flirteo. Y sí, el sexo, el tiempo de calidad y los pequeños detalles también son importantes.
El problema aparece o bien cuando hay señales confusas, o bien nuestra pareja tiene un letrero luminoso en el que pone ‘paso de ti’, pero nos negamos a verlo.
7 señales de que ya no le gustas a alguien
El estudio de la atracción no es una ciencia exacta. Está sujeto a diferencias individuales o, en otras palabras, debemos tener claro que cada persona es un mundo. Hay gente tímida que puede parecer poco interesada pero que en realidad está loca por tus huesos, y parejas que te venden el oro y el moro pero en realidad no quieren saber nada de ti. Esta es la primera regla para averiguar si le gustas a alguien.
La segunda es que te fíes de tu instinto. Si una relación te hace sentir incómodo, háblalo claramente, pero no tires de la cuerda eternamente. La responsabilidad de hacer que algo funcione es mutua.
Una vez tengamos claro que nadie es adivino y que, por lo tanto, no podemos saber lo que pasa por la cabeza de los demás sin hablar, toca prestar atención a las señales que denotan desinterés:
- Dice una cosa, pero hace otra. Nunca dejamos de conocer a una persona. Aunque llevéis años juntos, siempre descubrirás cosas nuevas. Pero a la hora de hablar, hay algo que tiene todavía más peso: la conducta. Si tu novio te dice que es superfeminista, pero luego te juzga por tu vida sexual pasada o por tu forma de vestir… ¡Mal! Si tu novia te dice que le encanta que seas independiente, pero te monta un pollo cuando quedas con tus amigos… ¡Fatal! Si te dice que adora pasar tiempo contigo y te quiere con locura, pero no le ves el pelo nunca… ¡Peor!
- Hace más caso a su móvil que a ti. Que tire la primera piedra el que no sea un poco adicto al teléfono. Pero una cosa es mirarlo de vez en cuando, y otra muy distinta pasarse una cita entera revisando el feed de Instagram o el timeline de Twitter. Y no vale la excusa de que “lleváis tanto tiempo que ya no tiene nada que contarte”.
- Cuando no estáis juntos, nunca te responde. Esta señal está muy ligada a la anterior. Hay personas que son muy pasotas con las redes sociales y eso es respetable. Sin embargo, una señal de alarma es que cuando estáis cara a cara mira el móvil constantemente, pero cuando estáis distanciados nunca responde.
- No eres una de sus prioridades Es importante el matiz “una de” porque no podemos aspirar a ser el eje central de la vida de nuestra pareja. Tiene derecho a dedicar tiempo a sus amigos, su familia, su trabajo, sus hobbies o, en definitiva, su independencia. Pero también es importante que busque momentos contigo. Si notas que últimamente evita pasar tiempo contigo, pasa de ti cuando está con otras personas, o sólo te utiliza como última opción, es posible que no le intereses mucho.
- Te esconde de sus amigos o familia. Está bien ser tímido o reservado con nuestra vida personal, pero nadie debe tratarte como un calcetín viejo. Por ejemplo, quedáis para tomar algo y os encontráis con dos amigas suyas (que tú conoces porque has stalkeado su Instagram al milímetro, obviamente). En vez de presentarte o actuar con naturalidad, se pone de los nervios. Es como si se avergonzase, y no es una situación aislada. ¿Te sientes identificado? Entonces es posible que seas víctima de pocketing, que consiste en ocultar a tu ligue o pareja de tu vida social.
- Tu opinión le da bastante igual. Cuando habláis la dinámica siempre es idéntica: tú le preguntas por su opinión de las cosas, escuchas con interés y si por iniciativa propia no dices lo que piensas, él o ella jamás te pregunta. Le da completa igual cómo te ha ido en el trabajo, sobre qué estás haciendo el trabajo de fin de grado, por qué has discutido con tu mejor amigo o cómo se encuentra ese tío que está mal de salud. En pocas palabras, prefiere hablar de la nueva temporada de 'La Isla De Las Tentaciones' que de tus preocupaciones.
- Las conversaciones son monotemáticas. Con el tiempo el diálogo en pareja cambia, es inevitable. Conoces sus hobbies al milímetro, sus miedos de la infancia y hasta te sabes los diálogos de su película favorita. Pero hay tres tipos de conversaciones que deben despertar tu sentido arácnido: sólo te hace caso para pedirte favores, sólo te responde con monosílabos o frases muy cortantes, o sólo te necesita cuando está de bajón. Ni eres su asistente personal, ni estás enseñándole a hablar, ni debes jugar a los psicólogos con tu novio o novia.
No siente lo mismo, ¿y ahora qué?
Aunque estas señales suelen indicar que la otra persona tiene poco interés, lo primero que debes hacer es hablar claramente con él o ella. Dile que has notado que la relación se ha enfriado y que necesitas un poco de sinceridad. Proponle un tiempo para que se aclare, y tened paciencia.
Si te dice que le gustas mucho pero sigue actuando de forma extraña, es el momento de establecer límites. Pregúntate cuánto estás dispuesto a tolerar por un par de palabras bonitas.
Cuando la jarra de agua fría llamada ‘realidad’ se haya vaciado sobre nuestra cabeza, es el momento de aceptar el rechazo.
- Aprovecha la ocasión para evaluar tu reacción ante el rechazo. Es normal sentirte mal una temporada, sobre todo si la relación era larga o si tú sigues igual de enamorado que al principio. Pero si esa tristeza desemboca en ansiedad, dudas, inseguridades constantes o un malestar incontenible que se prolonga en el tiempo, reflexiona el por qué. ¿Qué es lo que te hace tanto daño? ¿Hubieses preferido seguir pese a que no sintiese lo mismo? ¿Hasta qué punto tu amor propio nace de la aprobación ajena? No te agobies, porque responder estas preguntas requiere tiempo, paciencia y a veces terapia psicológica.
- Que tu pareja no sienta lo mismo no significa que no tu valor como persona se haya reducido. Aunque la opinión de los demás tiene mucho peso en nuestra autoestima y es algo que difícilmente podemos cambiar, sí que podemos quitar un poco de peso a la aprobación ajena.
- Mantén a raya las expectativas. No te aferres a que “va a cambiar de opinión” o “se dará cuenta de lo que ha perdido”, porque si bien hay una pequeña probabilidad, este tipo de pensamientos sólo te provocarán dolor. Es importante que sigas con tu vida.
- Dedica tiempo a otras áreas de tu vida. El apoyo social de tus amigos y familia va a ser primordial ahora mismo, pero también es buen momento para retomar aficiones, descubrir hobbies nuevos, o centrarte en los estudios o en el trabajo.
- Intenta empatizar con la otra persona. La atracción no es algo que podamos controlar a nuestro antojo, y a lo mejor tu pareja no tenía claro cómo se sentía. Otra situación muy diferente es que haya jugado con tus sentimientos durante meses, aprovechándose de tus vulnerabilidades mientras tenía claro que no estaba interesado. En ese caso bloquea y no mires atrás.
¿Y si no tiene claro si le gustas o no? En ese caso, estás en tu derecho de cortar la relación si te incomoda, o seguir adelante mientras la otra persona se aclara. Respecto a cuánto tiempo “aguantar”, es algo que debes decidir tú en función de cómo te sientes. En el momento en el que la relación te genere más malestar que alegría, mejor cortar por lo sano sin rencores.