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Siete de cada diez pacientes hospitalizados por coronavirus no se han recuperado por completo tras superar la enfermedad hace cinco meses. Ahora una investigación sugiere establecer cuatro categorías para agrupar a los pacientes en función de sus síntomas.
Tal y como informa The Guardian, la investigación publicada por las autoridades sanitarias británicas, es uno de los estudios más completos elaborados hasta el momento en pacientes hospitalizados por covid19. Entre otras cosas, el trabajo científico sugiere establecer cuatro categorías para clasificar a los pacientes en función de los síntomas que presentan.
En Gran Bretaña se estima que, a lo largo de la pandemia, cerca de 300.000 personas han sido atendidas en los hospitales del país con motivo de una infección por Sars-Cov2. De ellos, un grupo de algo más de mil pacientes han sido monitorizados entre los meses de marzo y noviembre del año pasado. Esta muestra, que es de carácter heterogéneo para resultar lo más representativa posible, cuenta desde con pacientes que permanecieron ingresados en UCI durante semanas hasta con personas que apenas visitaron los centros sanitarios durante unas horas.
Tras concluir el estudio después de 5 meses, los investigadores pudieron certificar que los pacientes arrastraban en torno a nueve síntomas o secuelas en promedio y una quinta parte de ellos había obtenido cierto grado de discapacidad.
Entre las secuelas más habituales, compartidas por un gran número de los pacientes hospitalizados se encuentran el dolor muscular, la fatiga, insomnio o empeoramiento de la calidad del sueño, dificultad para respirar, pérdida de memoria a corto plazo y dificultades para concentrarse.
Los problemas de salud mental derivados del padecimiento del coronavirus son también uno de los efectos más severos de la enfermedad en 1 de cada 4 pacientes hospitalizados. Ansiedad, depresión o estrés postraumático son algunas de las patologías más compartidas.
La doctora Rachael Evans, una de las coautoras del estudio, sugiere que no está demostrado que el hecho de haber pasado la covid19 en condiciones más graves sea un factor determinante a la hora de presentar secuelas más graves.
La investigación científica, que todavía debe ser revisada por pares, determinó que los pacientes podían ser clasificados en cuatro grupos en función de las secuelas que hubieran arrastrado así como el nivel de discapacidad resultante.
De esta forma, las personas con secuelas físicas y mentales muy graves representaron el 17% de los pacientes registrados, los pacientes con secuelas graves el 21%, las personas con afectaciones leves el 46% mientras que el cuarto grupo, con efectos moderados y secuelas como mente nublada representó el 17% por ciento de los casos.
Las mujeres blancas de mediana edad fueron el tipo de paciente más habitual entre los dos primeros grupos particularmente si presentaban obesidad o patologías como diabetes tipo dos, enfermedades pulmonares o cardiovasculares.
Sorprendentemente, aquellos con las secuelas más leves fueron los mayores de 70 que, junto con los menores de 40, se vieron menos afectados en el largo plazo por los efectos más negativos de una hospitalización por coronavirus. La razón de esto no esta clara todavía pero los investigadores apuntan a que podría tratarse que, aquellos mayores de 70 años que logran sobrevivir al virus lo hacen porque presentan unas muy buenas condiciones de salud que hacen que arrastren menos secuelas una vez superada la enfermedad.
Sin embargo, los hombres mayores con un estado de salud adecuado tienen más posibilidades de presentar síntomas como dificultar para pensar con claridad. Los investigadores reconocen el desconocimiento que todavía existe acerca de las razones que motivan la aparición de este tipo de síntomas como efectos del coronavirus en el largo plazo pero sugieren que podría no existir conexión con los otros tipos de secuelas detectadas.
Esta investigación, que permite conocer con mayor profundidad los efectos de esta enfermedad nueva en el largo plazo, será útil a la hora de emprender estrategias de rehabilitación de los pacientes afectados y, gracias al establecimiento de estos cuatro grupos de pacientes, los sanitarios podrán agilizar los tratamientos prestando atención también a la salud mental, la memoria y los problemas cognitivos