En España, según los últimos datos disponibles que ha proporcionado el Ministerio de Sanidad, hay 10.768 pacientes ingresados por covid19 en todo el país, con más de un millón de contagios en menos de un mes, y 1.803 en UCI. A pesar de que la variante ómicron, parece ser menos grave, también hay personas que están ingresando en las Unidades de Cuidados Intensivos, y son muchos los pacientes que, si logran salir de ellas, presentan secuelas. Además, los expertos advierten: el pico de ómicron todavía no ha llegado.
La Unidad de Medicina Física y Rehabilitación del Hospital Universitario Virgen del Rocío ha presentado un estudio sobre pacientes con necesidades de movilidad durante su estancia en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) por neumonía provocada por el covid en las segunda y quinta olas de la pandemia, cuya conclusión principal es la alta incidencia de patología neurológica secundaria en estos pacientes, estrechamente relacionada con el tiempo de estancia hospitalaria y maniobras de pronación, con una importante repercusión en su funcionalidad y calidad de vida.
Entre las conclusiones, destaca la alta prevalencia de patología neurológica en más del 40% de los pacientes con covid severo, siendo aún más frecuente en menores de 70 años. En caso de tiempos prolongados en UCI y la realización de maniobras de prono, la probabilidad de sufrir complicaciones también aumenta.
El proyecto coordinado por las doctoras Inmaculada Díaz-Cano y Ana María López junto a Francisco Javier Pérez Rastrollo se titula 'Estudio de cohorte de pacientes ingresados en Unidad de Cuidados Intensivos por neumonía SARS-CoV-2 severa durante la 2ª y la 5ª ola' y, en él, los expertos han analizado a más de 300 pacientes durante su ingreso hospitalario en UCI y en planta de hospitalización. Los resultados del proyecto ponen de manifiesto el relevante deterioro motor y la dependencia funcional de estos pacientes hospitalizados, ha señalado el centro hospitalario en una nota de prensa este jueves.
La disfagia, un trastorno de la deglución que implica la dificultad para tragar, es otra de las principales secuelas que sufren los pacientes con covid-19 que han permanecido un periodo de tiempo prolongado ingresados, sobre todo tras las estancias en la UCI.
La progresión de la enfermedad grave de la covid-19 a menudo se asocia con el desarrollo del síndrome de dificultad respiratoria aguda y puede requerir algún tipo de soporte respiratorio, incluida la intubación endotraqueal y la ventilación mecánica, que precisan de una nutrición enteral a través de una sonda nasogástrica para alimentar al paciente, ha informado la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello.
Las intubaciones prolongadas, el déficit de función pulmonar residual y la pérdida de masa muscular (sarcopenia) "pueden producir dificultad para tragar. Pero también las afectaciones neurológicas que se han visto en muchos pacientes tras la covid pueden estar involucradas en el desarrollo de la disfagia", afirma el doctor Gutiérrez Fonseca.