Sanitarios británicos reclaman un impuesto climático sobre carnes rojas y lácteos
Los alimentos que causan altas emisiones son, principalmente, las carnes rojas y los productos lácteos
Una coalición de profesionales sanitarios de Reino Unido ha solicitado que se imponga un impuesto climático a los alimentos con un fuerte impacto ambiental para 2025, a menos que la industria tome previamente medidas voluntarias. Los alimentos que causan altas emisiones son, sobre todo, las carnes rojas y los productos lácteos. Además, defienden que las dietas sostenibles son más saludables y disminuirían las enfermedades.
La alianza de salud sobre el cambio climático de Reino Unido (UKHACC) hace una serie de recomendaciones para terminar con las ofertas sobre alimentos que son malos para la salud y el medio ambiente y los alimentos perecederos que en tantas y tantas ocasiones se desperdician.
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También pide que las campañas de información pública sobre la dieta incluyan mensajes climáticos, que las etiquetas de los alimentos revelen su impacto ambiental y que los dos millones de libras invertidos anualmente en catering de escuelas, hospitales, residencias y prisiones cumplan con unos mínimos estándares ambientales.
Una encuesta de YouGov a profesionales de la salud reveló que dos tercios están de acuerdo en que las dietas respetuosas con el medio ambiente también pueden mejorar su salud, mientras que el 40% ya había cambiado sus propios hábitos alimenticios debido a preocupaciones medioambientales.
La producción de alimentos es responsable de una cuarta parte de las emisiones de gases de efecto invernadero del mundo y una serie de estudios científicos han demostrado que la carne roja y los lácteos tienen un impacto mucho mayor que los alimentos de origen vegetal. Las personas en los países ricos ya comen más carne de la que se considera saludable y en el Reino Unido solo uno de cada tres come las cinco porciones diarias recomendadas de frutas y verduras.
"No podemos alcanzar nuestros objetivos sin abordar nuestro sistema alimentario", señaló Kristin Bash, coautora del informe de la UKHACC. "La crisis climática no es algo que debamos ver tan lejos en el futuro. Es hora de tomar estos problemas en serio", subrayó. Además, quiso dejar claro que el informe no le decía a la gente que se hiciera vegana, si no que aumente su consumo de proteína vegetal.
Nicky Philpott, director de la UKHACC, aseguró que los impuestos sobre las bolsas de plástico y los refrescos azucarados habían demostrado que tales políticas pueden reducir las actividades dañinas. El informe apuntó que el Gobierno debería declarar la intención de imponer un impuesto al carbono de los alimentos a todos los productores si la industria no toma una acción voluntaria sobre el impacto climático total de los productos alimenticios para 2025.
Marco Springmann, de la Universidad de Oxford y no involucrado en el informe, manifestó que había evidencia científica sustancial sobre la estrecha conexión entre la salud pública y planetaria: "El mensaje es claro: sin una reducción drástica en la producción y el consumo de carne y lácteos, hay pocas posibilidades de evitar niveles peligrosos de cambio climático".
En octubre, el Servicio Nacional de Salud británico (NHS) estableció el objetivo de reducir las emisiones netas de carbono a cero para 2040 e incluyó alimentos en su plan de acción.