La pandemia de coronavirus nos ha hecho vivir situaciones fuera de lo normal que han afectado a nuestra salud mental y física, algo que se ha traducido también en nuestra salud bucodental, según alertan numerosos doctores.
Desde que finalizó el confinamiento, los dentistas afirman haber visto más fracturas dentales que en años anteriores, lo que atribuyen al estrés y la tensión causadas por la covid-19, al confinamiento obligatorio al que nos hemos visto sometidos para frenar su transmisión y hasta al creciente insomnio que muchos padecen.
Además, con la crisis sanitaria muchos profesionales dejaron de trabajar. Por tanto, las personas suspendieron sus citas y también sus emergencias dentales. De este modo, cuando los profesionales reabrieron sus consultas, las fracturas comenzaron a aparecer.
La doctora Paula Matesanz, periodoncista y secretaria de la Sociedad Española de Periodoncia y Osteointegración (SEPA, aporta su experiencia en consulta sobre estas fracturas de dientes y da algunos consejos para mejorar la tan importante salud dental.
Respecto al nivel de consultas odontológicas, la doctora afirma que "el ritmo es parecido al previo a la pandemia, pero alto, en cualquier caso". Sin embargo, manifiesta que la sociedad en general -y gracias en cierto modo a la alarma sanitaria actual- ha percibido el mensaje de que no hay que escatimar en salud: "Lo que no hemos observado, al manos hasta ahora, es un descenso en el ritmo de la atención odontológica, como sí ocurrió en la crisis de 2008. No podemos asegurar que esta circunstancia sea una cuestión de tiempo, o si la población ha percibido la importancia de no tratar de evitar gastar dinero en temas de salud", explica Matesanz.
Del mismo modo, y al igual que muchos compañeros de profesión, destaca que, entre esas consultas, el problema que más se repite es el de la fractura dental: "Muchos compañeros coincidimos en la impresión de que las fracturas son el problema que más ha aumentado después de estos meses". A pesar de ello, la periodoncista alega que aún "no es posible hacer una evaluación del perfil general de los pacientes que presentan este problema."
También explica que durante el confinamiento, debido al cierre de las clínicas dentales, ya se notó un cierto aumento en las llamadas telefónicas por la aparición de dolor e inflamación, uno de los principales síntomas del bruxismo, el principal desencadenante de la rotura de dientes: "El origen de dolor dental y periodontal ha sido el principal motivo de preocupación para los pacientes durante el confinamiento", corrobora la experta.
El bruxismo es una parafunción mandibular persistente que se conoce comúnmente como 'rechinar de los dientes' y que hace que apretemos los dientes de manera inconsciente. "Tiene como consecuencias
la aparición de patología en la articulación temporomandibular y la musculatura asociada, y la potencial fractura de algunos dientes", aclara la doctora.
Con esto, destaca el bruxismo como la principal causa de las roturas dentales: "Principalmente se producen por apretamiento y se dan, especialmente, en dientes restaurados y endodonciados, con menor resistencia y menos elasticidad que los dientes sanos".
Esta enfermedad, que desgasta nuestra dentadura, también se produce durante la noche como resultado del nerviosismo vivido durante el día. Los nuevos hábitos como la implantación del teletrabajo, con la consecuente falta de un espacio adecuado para obrar, o las medidas de seguridad que mantienen el cuerpo en alerta, han derivado en malas posturas o posiciones incómodas que no solo dañan la espalda y la columna vertebral, sino que también favorecen el rechinamiento de los dientes: "Puede ocurrir que una mala postura induzca un aumento del bruxismo y a su vez este genere la aparición de secuelas intraorales", explica Matesanz.
De igual forma, la pandemia ha ocasionado un incremento de insomnio en la población. Un mal ciclo de sueño se traduce en niveles de ansiedad más altos: "Los problemas del sueño y la tensión al dormir pueden asociarse a un aumento del bruxismo, y este puede tener repercusiones sobre los dientes", continúa la periodoncista.
Un reciente estudio brasileño de la Universidad Federal de Minas Gerais y de la Universidad de São Paulo afirma lo que la doctora explica. Los impactos psicosociales y económicos de la pandemia por coronavirus interfieren en el bruxismo y los trastornos temporomandibulares.
El ensayo afirma que la preocupación por la infección, el temor a la muerte, el aumento de las conductas higiénicas y de evitación, la falta de información y la desinformación alimentan un temor excesivo y crean un entorno de ansiedad y depresión que interfiere en las actividades diarias básicas, incluida la calidad del sueño.
El estudio confirma que, los pacientes con altos niveles de estrés tienen casi 6 veces más probabilidades de sufrir bruxismo. Así, se ha documentado la asociación entre el rechinar de los dientes y los aspectos psicológicos afirmando que esta enfermedad tiene factores psicosociales como la ansiedad, el estrés y la dificultad para identificar y describir sentimientos tan importantes como las causas somáticas en su aparición y mantenimiento.
Para prevenir la rotura dental o evitar el rechinar de los dientes, los especialistas aconsejan realizar cualquier tipo de actividad que ayude a controlar, reducir o eliminar el estrés y la tensión muscular, realizar ejercicios de relajación, masajear las zonas musculares mandibulares afectadas y dormir las horas adecuadas manteniendo una correcta postura corporal. Lo normal es que los dientes no se toquen a no ser que estemos masticando, por lo que si se produce lo recomendable es relajar el mentón y utilizar protectores bucales.
"La inevitable preocupación y tensión acarrean malos hábitos posturales que pueden tener una consecuencia directa sobre los dientes, para lo cual es conveniente visitar al dentista y valorar si es adecuado colocar una férula de relajación para prevenir las fracturas dentales y prevenir la patología articular", confirma la experta.
Por otro lado, explica que la severidad de algunos de los casos con covid-19 parece estar relacionada con la respuesta inflamatoria de los sujetos que la sufren y en esta dirección, también podría existir una interacción con la odontología y, de manera más concreta, con la Periodoncia: "Los individuos con periodontitis presentan una respuesta inflamatoria aumentada a nivel sistémico a pesar de padecer una infección local, y este hecho parece poder interaccionar con la respuesta al SARS-CoV-2", mantiene la doctora.
Asimismo, la industria y la ciencia se han activado para ver si la posible inactivación del virus a nivel oral, lo cual podría servir para prevenir la transmisión de la enfermedad: "Para ello se está trabajando en la evaluación de colutorios y productos con determinados principios activos, como el cloruro de
cetilpiridinio, que podrían ser útiles a este nivel", finaliza Matesanz.
Los dientes son naturalmente frágiles y pueden tener pequeñas fisuras por masticar o rechinar. Por ello, es muy importante mantenerse al día con las citas en el dentista y realizar correctamente la higiene bucal diaria.