Educación ha decidido retrasar el inicio del curso educativo en La Rioja al 15 de septiembre, en todos los niveles. El objetivo es dar tiempo a los docentes a organizar un año lectivo que incluirá un Plan de Seguridad y Salud, otro Pedagógico y un último Tecnológico.
Así lo ha explicado el consejero de Educación, Luis Cacho, en rueda de prensa, en la que adelantó las medidas que se implementarán en los centros educativos para hacer frente a la pandemia de coronavirus y pensando "en la seguridad sanitaria".
Cada centro contará con una Unidad Médica y habrá un Plan de Acogida que tendrá en cuenta el estado emocional de los alumnos, ha asegurado el consejero que habló de la asistencia presencial de los alumnos hasta segundo de la ESO o primero de Formación Profesional (incluidos). También precisó que los centros tendrán autonomía para decidir cuestiones como el agrupamiento, los recreos o los turnos.
Las medidas, previstas dentro de un escenario de nueva normalidad, incluyen la posibilidad de que, a partir de los 14 años, se pueda dar parte de la enseñanza on line o se organicen turnos de tarde.
Hay prevista una partida de 13,2 millones de euros de "esfuerzo económico sin precedentes", de los que el 75% se utilizará para el refuerzo de las plantillas en la enseñanza pública con entre 220 y 300 nuevos profesores. El resto se usará para equipamiento y seguridad en la pública y concertada.
El consejero ha explicado que, para garantizar la seguridad sanitaria habrá una Unidad Médica Educativa, coordinada por Jose Ignacio Aguado, como inspector médico educativo, con refuerzo médico y un grupo de enfermería escolar como apoyo directo a los centros.
Además, cada centro tendrá un coordinador COVID (un docente con una descarga lectiva de tres horas lectivas); y una comisión de salud que incluirá al personal docente, de limpieza y las familias.
Se trata de la parte "nuclear" del plan de contingencia, que formará un Plan de Seguridad y Salud que se acompañará de un Plan de Acogida enfocado al bienestar emocional de los alumnos, tanto por si han sido afectados como por la crisis como para su adecuada adaptación, priorizando su bienestar emocional antes de recuperar el trabajo curricular.
El Boletín Oficial de La Rioja publicará mañana miércoles el plan de contingencia global que, luego, deberá adaptar cada centro. Así, el 1 de septiembre comenzará un trabajo docente para elaborar un Plan Pedagógico y otro Tecnológico cuya laboriosidad, ha relatado Cacho, hará que se retrase el inicio del curso al 15 de septiembre para darles tiempo.
Cada centro contará con un Plan Organizativo y tendrán autonomía en las decisiones que tomará sobre el agrupamiento, los horarios de entrada y de salida, los turnos, recreos, así como el uso de cualquier espacio disponible. En este escenario de nueva normalidad -ha explicado Cacho- es comenzar el curso con la "máxima presencialidad, hasta donde sea posible", en las aulas. En ese sentido barajó la posiblidad de varios escenarios si los rebrotes de coronavirus van a más y cómo se organizarían para mantener las clases.
Podrían darse el escenario 2, como el que hemos vivido desde mayo, con presencia administrativa y medidas de apoyo al alumnado que lo necesite y el 3, que sería un nuevo confinamiento. El 1 , sin embargo, es el que considera más probable y sobre el que se ha pensado el plan de contingencia.
Dentro de éste, está previsto que a los menores de catorce años se les garantice, por conciliación, la presencialidad al cien por ciento. A partir de ahí, los centros podrán articular clases on line o turnos por la tarde "para esponjar espacios".
Cacho ha subrayado la obligatoriedad del uso de la mascarilla a partir de los seis años y en ese sentido ha recordado que es responsabilidad de las familias insistir en su uso para que los alumnos puedan llevarla al colegio de casa.
En el transporte escolar, el uso de los asientos será nominal. En las edades más tempranas se utilizará un "método de grupo de convivencia estable".