El Plan del Gobierno plantea serias dudas a los expertos y también a los cuidadanos. ¿qué es un grupo familiar, un allegado, me tengo que hacer test, puedo moverme para ir a cenar a otra casa familiar? El control de los movimientos y el respeto a las 10 personas por mesa está más en manos de la ciudadanía que en las de la policía, porque el proceso es imposible de controlar. El Gobierno, pues, llama al civismo. Y tiene razón, aunque algunas de sus medidas pueden suponer un riesgo a tenor de los expertos:
El doctor Manuel Menduiña, licenciado en Medicina y Cirugía en la Universidad de Granada, coincide con otros expertos en sus dudas sobre el plan que el Gobierno ha pactado con las CCAA. A su juicio, que se aumenten las reuniones de seis a 10 personas supone "un error". La media de la familia española es de cuatro personas y "ampliar este número significa aumentar el riesgo" frente a la covid, explica.
Según el médico internista, el mayor problema se encuentra en la posibilidad de que dos grupos de convivientes diferentes puedan reunirse en un mismo espacio para comer o cenar. "Cuantas más personas sean en un grupo de convivientes más riesgo. Además, luego cada miembro tiene interacciones fuera de su grupo respectivo, lo que aumenta también las posibilidades de contagio", destaca el especialista, miembro de Doctoralia.
El grupo de convivencia, fundamentalmente, son las personas que conviven día a día en un mismo domicilio. Todo lo que sea fuera de ese núcleo, aunque sean personas que vemos dos veces por semana, son allegados (individuo que mantiene con una determinada persona o familia una estrecha relación). Para el doctor Menduiña, la primera idea de establecer el máximo en seis personas era "más adecuado", ya que en una reunión de hasta 10 personas podrían concentrarse incluso tres grupos de convivencia distintos. "El planteamiento es un poco hipócrita. Se está haciendo un intento por disminuir la presión, que la gente respire un poco y tenga tiempo para el ocio, pero por otro lado se dice lo contrario", subraya.
Otro punto que preocupa a los expertos, más allá de ampliar el número de personas, es el "ser tan flexibles con la movilidad". "Cuando se han conseguido objetivos que planteábamos hace más de un mes, como disminuir los casos, para mantener esta situación, habría que mantener las medidas durante un tiempo más. Hay países como Francia e Italia que lo tienen muy claro y han optado por no relajar las medidas. Se tira en cierta forma el esfuerzo realizado por la borda, y si no se tira, se pone en serio peligro", comenta al respecto el doctor Menduiña.
Lo único que ha frenado los contagios y ha controlado la epidemia, explica el experto, ha sido la restricción de la movilidad, aunque sea dentro de la misma comunidad, y el cierre de la hostelería. El índice de contagio ha ido bajando cuando se han aplicado estas medidas.
El médico interino de Granada cree que habrá un repunte de casos con este marco legal. "El aumento de la movilidad va a repercutir en un incremento de casos. Quizá a finales de diciembre o a principios de enero. Ojalá me equivoque, pero estamos ante un sistema bastante poroso, creo yo", precisa el doctor Menduiña.
"Y yo hablo desde Granada, que acabamos de pasar la peor ola de coronavirus (ha sido peor la segunda que la primera). Hemos tenido la UCI saturada al 180% y hemos tenido el hospital totalmente ocupado, sin posibilidad de ampliar más camas", añade. "Cuando se ha intentado relajar la movilidad, los datos se encontraban aproximadamente en 25 contagios por cada 100.000 habitantes. Aquí si se pueden permitir las reuniones que proponen, pero no con los datos que presentamos. Estamos por encima de los 200, y en Granada más de 400, acabamos de bajar de 500 hace unos días", destaca el doctor.
En cuanto a si los niños deben como una persona más en el cómputo de miembros para las cenas de Navidad, el doctor Menduiña es de los que opina que sí deben considerarse como uno más en las reuniones. "Los niños, en su mayoría, tienen síntomas leves o son asintomáticos. Transmiten, pero no padecen la enfermedad. Por lo tanto, podrían contagiar a personas mayores o vulnerables", explica el médico internista.
Los mayores son los miembros más vulnerables de nuestra comunidad frente a la covid. Sin embargo, desde el inicio de la pandemia, numerosos usuarios de residencias sufren una enorme soledad. Un hecho que puede ser tan peligroso como el virus, según confirmó el director del CCAES, Fernando Simón. Madrid y Andalucía permitirán, tras una PCR negativa, que los residentes abandonen los centros durante las fiestas, mientras que autonomías como Asturias lo descartan por la situación de la pandemia. Existe diferencia de criterios.
"Teniendo en cuenta esta situación de aislamiento que están viviendo, yo creo que se podría permitir salir a quien haya pasado la enfermedad. Es muy poco probable que se contagien otra vez. Pero los que no la han pasado no deberían salir, porque sí que corren bastante riesgo. Es bastante complicado, porque algunos usuarios no han podido ser visitados desde que se inició la epidemia y lo necesitan", aclara el doctor Menduiña, quien destaca que "juntar abuelos y nietos este año es bastante arriesgado".
El doctor Menduiña cree que se le está dando demasiada importancia a la Navidad. "En cuatro meses quizá empecemos a tener una vacuna. Estas son unas fiestas señaladas, pero en el futuro seguro que habrá más navidades. Debemos minimizar el número de muertes. Cada vez que hay una nueva ola, el número de decesos se multiplica. Por eso, debemos tomarnos la Navidad con tranquilidad. Si la celebraramos solo con nuestro núcleo familiar, creo que salvaríamos muchas vidas", resalta.
Otra medida destacada para esta Navidad es la ampliación del toque de queda en Nochebuena y Nochevieja, establecido a la una y media de la madrugada. Según el doctor, esta medida permite dar un poco de tregua a la gente y tampoco tendrá mucha trascendencia. "Ampliar dos horas más el toque de queda no creo que sea nada determinante. Además, teniendo en cuenta que tampoco va a haber ocio nocturno, la gente optará por quedarse en casa", señala el doctor Menduiña.
Y es que no va a haber un policía en la puerta de cada casa, por lo que tendremos que aguantar con la responsabilidad. "La responsabilidad es fundamental y la respuesta de la gente en determinadas circunstancias no ha sido muy ejemplar", denuncia el médico.
"Yo que trabajo en la Sanidad Pública, puedo asegurar que estamos cansados. Los sanitarios, por ejemplo, no tenemos vacaciones. Normalmente tenemos 6-7 días en estas fechas y esta Navidad, al ritmo que vamos de ingresos, no los tendremos. Estamos un poco decepcionados, no vemos un claro esfuerzo de la sociedad en querer parar esto y poner todo de su parte. Muchos todavía creen que es algo ajeno a ellos", añade el doctor Menduiña.
Para que una persona esté segura de que no va a contagiar a las personas que visita, el doctor Menduiña recomienda realizarse un test de coronavirus. "Lo recomendaría a personas no convivientes, especialmente si vienen de otra comunidad (ya que se abolen en este caso los cierres perimetrales). Además de los cribados masivos que se están haciendo, se puede pedir un test rápido de antígenos en el médico de cabecera. La PCR sí que tarda más", explica.
Algunas comunidades proponían realizar test rápidos de antígenos en las farmacias, pero el doctor cree que "solo deben hacerlos los profesionales capacitados". "Los profesionales deben ser los que hagan la preinscripción y la interpretación. Porque los test rápidos tienen menor sensibilidad que la PCR, un 20% que puede tener la enfermedad se escapa", continúa.
Las comidas o cenas de Navidad tendrán que llevar un protocolo, según los especialistas. La mascarilla, al estar entre grupos convivientes diferentes, deberá estar presente todo el rato. También tendremos que guardar distancia social dentro del domicilio, por ejemplo, a la hora de tomarnos las uvas, además de otras medidas.
"El brindar, yo creo que se debería obviar este año. La mascarilla es fundamental, porque si pasas el salero o chocan dos copas, puede haber virus. El gel desinfectante será un habitual y las tradicionales comidas para picar y compartir tendrán que desaparecer. Hay que echar la comida en el plato de cada uno", aconseja el doctor Menduiña.
"Tendremos que estar en sitios que estén bien ventilados. Si es posible, en las terrazas, y si hace mal tiempo, en un espacio que se ventile bien. Esto es clave. Las medidas en las comidas y las cenas no hay que tomarlas a broma: viendo las estadísticas, de cada 10 contagios, 5 se dan en el ámbito familiar. Tendremos que ser muy cautos", concluye el experto.