El remdesivir, un medicamento antiviral probado durante años en pacientes con VIH está logrando buenos resultados para tratar enfermos de Covid-19. Ante la falta de una vacuna, los médicos de Estados Unidos, Canadá, Europa y Japón han usado el retroviral, evitando que el virus se extendiera por el organismo.
A la espera de que llegue la vacuna contra el coronavirus, algo que podría tardar hasta dos años, lo científicos ya hablan de establecer un protocolo para el tratamiento del Covid-19. China y otros países, entre ellos España, están usando el remdesivir, “análogo nucleotídico con actividad antiviral de amplio espectro”, según lo definen en la literatura médica, aunque "no se ha establecido que sea seguro o eficaz para el tratamiento de coronavirus".
La OMS ya había indicado que el remdesivir mostraba potencial contra el covid-19 y un estudio clínico revela que los pacientes que han recibido el medicamento se han estado recuperando rápidamente, según publicó la pasada semana STAT News, una web especializada en salud.
El antiviral ha sido probado en una decena de monos y hasta en 125 personas enfermas de coronavirus. Los resultados han sido alentadores: el virus se detuvo, mejoraron sus síntomas y la mayoría de los enfermos fueron dados de alta.
En España ya lo están usando en hospitales como el de La Paz, en Madrid y el Vall d'Hebron, en Barcelona; también en País Vasco y en Andalucía.
El remdesivir fue probado para tratar el virus del Ébola con poco éxito, pero en cambio fue más efectivo contra el MERS y el SARS, que también son coronavirus y que producen enfermedades respiratorias similares al covid-19. En estos últimos se demostró que podía ayudar contra los patógenos virales del MERS y el SARS.
Los médicos de diferentes partes del mundo han usado la hidroxicloroquina y tocilizumab, dos mediamentos usados para la artritis reumatoide, el interferón, en una búsqueda por curar a los millones de enfermos de coronavirus en todo el mundo.
Un laboratorio estadounidense, el Gilead Sciences. está realizando dos estudios clínicos en fase tres, es decir, en pruebas para ver su eficacia en adultos con el covid-19. Participarán unos 1.000 pacientes de países con altas cifras de casos de coronavirus.