El retrete del futuro permite detectar síntomas de enfermedades
Se trata de un sistema que podría instalarse en cualquier inodoro convencional
Escanea parámetros de las heces y la orina para detectar posibles patologías
El retrete hace un recuento de glóbulos blancos y mide ciertos niveles de proteínas
Ya existen en el mercado modelos de retretes ‘inteligentes’ que levantan la tapa de manera automática, regulan la temperatura del agua y del asiento, cuentan con función de reconocimiento personal y hasta tienen WiFi. El caso de este nuevo invento va un paso más allá: un inodoro que puede detectar unas serie de indicios que podrían evidenciar una enfermedad en su usuario.
En un momento como el que vivimos, con el mundo enfrentándose a una crisis sanitaria sin precedentes en las últimas décadas, esta novedosa función puede resultar determinante de cara a detectar y prevenir determinadas enfermedades. Así, este sistema sería capaz de analizar varios marcadores de enfermedad en las heces y la orina, incluyendo los de algunos cánceres, como el colorrectal o el urológico.
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La revista Nature Biomedical Engineering se hace eco de los avances de un equipo de la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford, responsables del desarrollo de este sistema, que podría instalarse en cualquier váter convencional. Sanjiv Gambhir, el líder el trabajo, desvela la verdadera utilidad de un proyecto que ha desarrollado durante 15 años: “La ventaja es que todo el mundo tiene que usar el inodoro y eso aumenta su valor como dispositivo de detección de enfermedades”.
Este nuevo sistema cuenta con una serie de tecnología de reconocimiento de las deposiciones para diferenciar las sanas de las potencialmente enfermas. Tanto las muestras de orina como las de heces se b (que se almacena en la nube de manera segura) y se analizan mediante un conjunto de algoritmos para verificar su estado basándose en parámetros como la velocidad del flujo o el volumen.
Pero el inodoro no solo analiza las deposiciones físicamente. Además, utiliza tiras de análisis de orina para hacer un recuento de glóbulos blancos, calibrar la posible contaminación de la sangre o medir ciertos niveles de proteínas, entre otros. Estos parámetros pueden apuntar a posibles patologías como insuficiencias renales, infecciones o determinados tipos de cáncer.
Lo más sorprendente es la manera en la que el inodoro reconoce al usuario que lo utiliza de manera inequívoca: la cisterna incorpora un sistema de lectura de huellas dactilares, pero de manera complementaria y para mayor seguridad el sistema hacen un reconocimiento del ano del individuo. En palabras de Gambhir, “puede resultar extraño, pero resulta que tu huella anal es única”.