Una investigación publicada recientemente la revista Brain Injury advierte de que la repetición de los cabezazos al balón y los impactos accidentales en la cabeza en el fútbol provocan cambios en los patrones sanguíneos del cerebro, lo que podría interferir con las vías de señalización.
El estudio se llevó a cabo con futbolistas de la máxima categoría de Noruega y fue revisada por un equipo médico especializado. Se trata de una última investigación que se une a la evidencia creciente que apunta a los riesgos en los cabeceos, según recoge Infobae.
Los investigadores descubrieron "alteraciones específicas" en los niveles de microARN en el cerebro al analizar muestras de sangre de 89 jugadores. Los microARN son moléculas que ayudan a regular la expresión génica, a través de las cuales las instrucciones del ADN se convierten en productos, como proteínas, en los fluidos corporales.
Los hallazgos sugieren que, dado el cambio en estos niveles microARN, pueden usarse como biomarcadores para detectar lesiones cerebrales de manera temprana. Se tomaron muestras de futbolistas después de impactos accidentales en la cabeza en partidos y después de sesiones de entrenamiento diseñadas especificamente.
Y es que 48 de los jugadores analizados, seleccionados de tres equipos distintos, participaron en una sesión específica de entrenamiento que incluyó ejercicios de cabeza repetitivos de jugadas a balón parado y situaciones similares. También realizaron uno que involucró otro ejercicio de alta intensidad, sin permitir el contacto con la cabeza.
Los resultados encontraron cambios específicos en ciertos niveles de microARN pero los números no se vieron afectados por la diferencia de intensidad en los ejercicios. El resultado es que, además de detectar potencialmente una lesión cerebral, la cantidad de microARN también puede diferenciar la gravedad de la lesión.
"Es un estudio experimental de muestra relativamente pequeño, pero los hallazgos futuros que amplíen nuestra investigación podrían conducir en última instancia a una mejor comprensión de los posibles efectos peligrosos de los impactos repetitivos en la cabeza", ha señalado el doctor Stian Bahr Sandmo, del Centro de Investigación de Traumas Deportivos de Oslo.
Los riesgos que implican los remates de cabeza se han convertido en un importante tema de conversación en el fútbol. El pasado mes de julio se emitió una nueva guía que recomienda a los jugadores de la Premier League y el resto de categorías del fútbol inglés limitar a 10 los cabezazos de "mayor fuerza"en las sesiones de entrenamiento, aunque se duda de que se cumplan estas pautas.
De hecho, el exentrenador del Tottenham Hotspur, Nuno Espírito Santo, admitió públicamente haber ignorado las recomendaciones en el club londinense durante su corto tiempo al mando. Los protocolos para casos de conmociones cerebrales durante los encuentros también se han tratado en el fútbol inglés, lo que permite dos sustituciones para jugadores que han sufrido lesiones en la cabeza y análisis obligatorios del accidente.