Como todos los años por esta época, cuando llega el buen tiempo, volvemos a preocuparnos por las avispas, abejas y demás molestos insectos que se empeñan en incordiarnos. En un entorno natural no es posible evitar al 100% la picadura de una abeja o avispa, aunque con ciertas recomendaciones pueden disminuir notablemente las posibilidades de atraerlas. La noticia de la muerte de hombre de 53 años de edad ha fallecido en la localidad pontevedresa de Tomiño tras sufrir la picadura de un insecto, a pesar de los intentos de los servicios sanitarios por reanimarle.
Para comenzar es importante evitar usar ropa demasiado llamativa en tonos fluorescentes o intensos como el amarillo y el naranja, pues estos atraen a las avispas y abejas. También es recomendable evitar los blancos, que llaman su atención. Los tonos oscuros pasan desapercibidos al igual que el rojo, un color que estos insectos no pueden detectar. Del mismo modo, prefieren los olores fuertes, por lo que tampoco conviene utilizar perfumes, colonias, aguas perfumadas ni productos cosméticos con aromas intensos y dulces.
Puede resultar obvio, pero no hay que acercarse a nidos de avispas o panales de abejas, ya que suelen picar al sentirse amenazadas. En caso de que el insecto se pose sobre una persona, lo más aconsejable es permanecer quieto o moverse lentamente hasta que se vaya por sí mismo, y en ningún caso intentar ahuyentarlo o matarlo.
Es importante evitar comer al aire libre en las horas más calurosas del día, pues este es el período en el que estos insectos se encuentran más activos. Si se toman bebidas azucaradas, es necesario prestar atención a que no haya una avispa o abeja en el borde del vaso o sobrevolando la zona. En los merenderos o comidas en el exterior, se deben mantener los cubos de basura cerrados.
Además, una buena forma de espantar a las abejas y avispas mientras comemos o estamos en algún campamento al aire libre es colgar en varios puntos de la zona bolsas de papel marrón ligeramente rellenas de plástico o cualquier otra cosa para que parezca un poco infladas e imiten la forma de un panal.
Imprescindible no ir descalzo en piscinas o campos con flores, y sacudir muy bien la ropa que se haya dejado en el suelo antes de volver a ponerla. Los choques contra avispas o abejas pueden tener como resultado una picadura. Por tanto, hay que procurar no correr o montar en bici en lugares donde haya muchas flores, y evitar así la posible colisión. No meter las manos en agujeros del suelo, ya que se podría tratar de nidos de avispas.
La picadura de la avispa no consiste en una picadura en sí, sino que es una mordedura, la cual produce una reacción local con una sensación de ardor en la zona donde se ha producido. Además, no deja aguijón y no muere tras haber picado.
Por su parte, la abeja deja un aguijón conectado a una bolsa de veneno y sí muere después de la picadura.
En el momento en el que se produce la picadura, la sensación de quemazón y dolor intenso es la reacción más habitual. Además, se produce un enrojecimiento e inflamación de la zona afectada. Asimismo, todos estos síntomas pueden incrementarse durante las próximas 24 horas.
Las personas que son alérgicas a las picaduras de abejas y avispas sufren síntomas más importantes como malestar, palpitaciones, sensación de ahogo en la garganta, fiebre, vómitos, diarrea o náuseas. Además, un mayor contacto con el insecto puede desencadenar en un shock anafiláctico, de forma que si no se toman medidas puede acabar en un fallecimiento.
Es importante acudir a urgencias cuando se observe una gran inflamación en la zona donde está la picadura. Además, cuando haya mareo, pérdida del conocimiento, gran dificultad respiratoria, náuseas, vómitos y fuerte bajada de tensión es totalmente necesario acudir lo antes posible.