Hasta los abuelos de la España más profunda saben lo que es el ghosting, y es que aunque en sus tiempos se llamase de otra forma (quizá “este promete hasta que la mete”), que tu ligue pase de ti descaradamente duele igual en los años 60, en los 90 y en 2021.
Es cierto que la práctica hace al maestro y que, de alguna forma, hemos aprendido a sobrellevar el duro golpe del ghosting. Pero qué ocurre cuando una vez has superado a esa persona, vuelve y lo peor de todo... ¡Actúa como si no hubiera pasado nada!
Qué son los ‘casi algo’Los ‘casi algo’ son esas relaciones que están a caballo entre un ligue de una noche y una relación seria.
Por ejemplo, aquel chico que conociste en Tinder y con el que conectaste desde el primer “hola”. Hablasteis toda la noche y el fin de semana siguiente quedasteis para ir de cañas. También fuisteis al cine, a un festival de música y a ese restaurante tan especial que siempre está vacío porque todavía no es mainstream. La cosa fluía y comenzaron a surgir sentimientos, pero había un obstáculo en el recorrido de la flecha de Cupido... Él no quería nada serio.
Te gustaba, le gustabas y hacíais planes de pareja sin ser pareja. Además, la intimidad era palpable más allá del sexo. Teníais conversaciones que no se tienen con un ligue de una noche; traumas del pasado, experiencias amorosas, salud mental.., lo sabíais todo el uno del otro.
Podíais hablar de cualquier cosa, salvo de una: la posibilidad de que la relación diese un paso más. “¿En qué punto estamos?” era una pregunta tabú, y en caso de hacerla la respuesta era tan simple como ambigua: “somos dos personas que fluyen, sin ataduras”. Al fin y al cabo es más fácil dar largas que admitir que: A) le tienes pánico al compromiso, B) quieres las ventajas de una relación sin estar en una relación, o C) no te gusta demasiado la otra persona.
Cuando un ‘casi algo’ te hace ghostingSi de por sí las ‘casi relaciones’ son una fuente de estrés, cuando esa persona se esfuma la ansiedad puede ser desbordante. Y es que si ya le costaba poner etiquetas a lo vuestro, es muy poco probable que se moleste en dar explicaciones del motivo de su desaparición.
Llega un momento en el que te das cuenta de lo que ha pasado: te han hecho ghosting. Una vez logras asumirlo comienzas a digerirlo. Te adaptas, dejas de darle vueltas ni a buscar explicaciones. Simplemente aceptas que esa persona tenía la misma responsabilidad afectiva que un puerro. Y cuando por fin reina la tranquilidad se produce un giro de los acontecimientos... Tienes una notificación en el móvil.
Ha respondido a tus últimos stories de Instagram con un emoji de fuego. “¿Qué narices significa esto?”, preguntas en tu grupo de WhatsApp junto a un pantallazo de la prueba del delito. “Pasa”, “es imbécil” y “cómo está el patio” son algunas de las respuestas.
Decides no darle importancia, pero de repente te llega otra notificación, esta vez de WhatsApp: “Hola guapi, ¿qué tal todo? Madre mía, hace mil que no hablamos. Te veo genial en tu Instagram, a ver si quedamos para tomar algo”. En ese momento sufres un circuito cerebral. “Hace-mil-que-no-hablamos”, dice. Te entran ganas de contestar “no hablamos desde que tú desapareciste sin dar explicaciones”, pero te aguantas.
¿Por qué los ‘casi algo’ son como boomerangs y siempre vuelven?Sería muy fácil tomarnos a broma este tipo de situaciones, pero cuando las vives en primera persona es muy frustrante, y lo que más malestar genera es la confusión. ¿Cómo es posible que después de hacer ghosting vuelva como si nada?
Una persona narcisista disfruta teniendo un sinfín de pretendientes a su alcance y lamentándolo mucho, tú estás en su banquillo.
De vez en cuando hace revisión de su agenda y se acuerda de ti. Para no perder la relación definitivamente, hace una pequeña aproximación (una reacción en Instagram, un like, un mensaje de WhatsApp...). ¿El objetivo? Darte una pequeña dosis de su droga para que sigas siendo adicta.
Aunque resulte sorprendente, hay personas que hacen ghosting sin ser conscientes de que está mal.
Te marea, desaparece y con el tiempo se le olvida que actuó de forma moralmente reprochable, así que vuelve para retomar la relación.
En el lado opuesto están las personas que sí que saben que actuaron mal. Se sienten culpables y para acallar los remordimientos, te escriben.
¿Qué espera tu ‘ex casi algo’? Descubrir si tú también te diste cuenta de su falta de tacto. Si respondes como si nada entenderá que no te lo tomaste a mal. Si pasas o le respondes de forma contundente sabrá que te molestó, pero probablemente no te pedirá perdón. Desaparecerá otra vez marcándose un doble ghosting.
¿Cómo reaccionar cuando un ‘casi algo’ vuelve?Cuando alguien que te hizo ghosting vuelve a tu vida es muy normal sentir confusión. Una parte de ti te pide mandarle a la mierda, otra te pide ser amable por si acaso malinterpretaste lo que paso, y otra te pide bloquear y seguir con tu vida. ¿A cuál hacer caso? Pregúntate qué reacción te va a aportar más calma y bienestar psicológico.
Si te cuesta tomar la decisión, hay algunas recomendaciones que te pueden ayudar: