La septicemia es una complicación de una infección. Se produce cuando el sistema inmunitario reacciona de forma muy fuerte y descontrolada ante una infección y ataca a sus propios órganos o tejidos. Puede ser mortal si no se coge a tiempo, aunque la mayoría de pacientes se recuperan. En ocasiones, los tejidos se pueden gangrenar, como le ha ocurrido a Ainhoa Arteta, que ha perdido dos dedos.
Si la reacción de nuestro cuerpo a una infección –bacterial, viral o fúngica- es desproporcionada por exagerada se produce la septicemia o sepsis. Esto hace que los órganos no funcionen correctamente. Por eso la septicemia puede ser mortal –en un 40% de los casos-. El tratamiento temprano es con antibióticos y líquidos intravenosos.
La sepsis o septicemia suele darse en personas que están hospitalizadas. Muchas veces se origina tras infecciones que se desarrollan en los siguientes sitios en pulmones, como la neumonía; riñón, vejiga y otras partes del sistema urinario; el sistema digestivo; el torrente sanguíneo (Bacteriemia); sitios de catéter y heridas o quemaduras.
Las personas mayores y los niños, quienes tienen el sistema inmunitario debilitado, padecen diabetes o enfermedad renal o hepática crónica, están ingresados en la unidad de cuidados intensivos tienen mayor riesgo de sufrir septicemia.
Si la septicemia se complica mucho, el flujo sanguíneo a órganos vitales, como el cerebro, el corazón y los riñones, se ve afectado. La septicemia puede causar una coagulación sanguínea anormal que da como resultado pequeños coágulos o la ruptura de vasos sanguíneos que dañan o destruyen los tejidos, explican desde la clínica Mayo.
Este verano Ainhoa Arteta sufrió una septicemia derivada de un cólico nefrítico. La intubaron y estuvo en coma inducido varios días en la UCI de un hospital andaluz. Durante este tiempo, los médicos tuvieron que amputarle una falange de un dedo de una mano y otra de un pie. Debido a la sepsis las extremidades, empezando por los dedos, se pueden gangrenar. En esos casos si la infección no remite hay que amputar para que la sepsis no se extienda por el resto del organismo.
El año 2021 ha sido duro para la soprano vasca. Empezó contagiándose de covid y meses después consecuencia de este la vimos en silla de ruedas porque sufrió una inflamación venosa. En verano, sufrió el cólico nefrítico que acabó en septicemia y a finales de año se ha tenido que operar de las cuerdas vocales. Ahora, ya casi recuperada y esperando a dar su próximo recital en febrero, contra todo pronóstico de los médicos, Ainhoa Arteta mira a la vida con fuerza y optimismo.