Si su hijo tiene dolor de garganta y sarpullido, podría ser escarlatina (también llamada fiebre escarlata). Un grupo de bacterias llamado Streptococcus, o estreptococos, del grupo A causa la escarlatina. Estas bacterias a veces producen un veneno (una toxina) que causa un sarpullido "escarlata" que da el nombre a la enfermedad.
Los estreptococos del grupo A viven en la nariz y la garganta y pueden transmitirse fácilmente a otras personas. Es importante saber que no todas las personas infectadas tienen síntomas o parecen estar enfermas. Las bacterias se transmiten cuando una persona infectada tose o estornuda, lo cual crea gotitas respiratorias con la enfermedad. También pueden contagiar las personas portadoras a través de objetos o alimentos (aunque con menos frecuencia).
Los síntomas son fiebre elevada, vómitos, dolor de cabeza, dolor de garganta y erupción en la zona del cuello y de la cara que luego suele extenderse al resto del cuerpo. Las amígdalas y la parte posterior de la garganta pueden estar cubiertas por una capa blanquecina, o estar rojas, inflamadas y cubiertas por puntos blanquecinos o amarillentos de pus.
Para confirmar si un niño padece escarlatina, los doctores suelen pedir una prueba rápida para detectar los estreptococos o un cultivo de exudado faríngeo (un frotado indoloro de la garganta) para detectar este tipo de bacterias.
Al igual que la infección de garganta por estreptococos, la escarlatina es más común en los niños que en los adultos. Se presenta con mayor frecuencia en los menores de 5 a 15 años. Es poco frecuente en los pequeños de menos de tres años.
Si se confirma una infección por estreptococos, el médico recetará un antibiótico que el niño tendrá que tomar durante unos 10 días. Lo más probable es que este tratamiento cure la infección, pero las amígdalas y los ganglios linfáticos pueden tardar varias semanas en volver a la normalidad.
A un niño con una inflamación importante en la garganta le puede doler al comer, de modo que lo mejor es prepararle comida blanda o que lleve una dieta líquida. Incluya infusiones calmantes y sopas tibias y nutritivas o bebidas frescas (polos, batidos o granizados). Asegúrese de que su hijo beba mucho líquido. Le puede dar medicamentos como el paracetamol o el ibuprofeno para la fiebre y el dolor.
La escarlatina se puede contraer más de una vez. Tener escarlatina una vez no protege de la infección en el futuro. Aunque no exista una vacuna para prevenir la enfermedad, existen varias pautas que ayudan a protegerse a uno mismo y a los demás.
La mejor manera de prevenir el contagio y la transmisión de estreptococos del grupo A es lavándose las manos con frecuencia. Esto es particularmente importante después de toser o estornudar y antes de preparar alimentos o comer.
Para practicar buenos hábitos de higiene debe: