Una mujer en Reino Unido ha sido diagnosticada con fiebre hemorrágica de Crimea-Congo después de viajar a Asia central. Es sólo el tercer caso registrado en el país desde 2012. La paciente se encuentra recibiendo atención especializada en el Royal Free Hospital de Londres. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), alrededor del 30% de los pacientes mueren, generalmente en la segunda semana de infección.
Esta enfermedad se transmite por la picadura de garrapatas infectadas (principalmente del género Hyaloma), pero también por contacto directo con tejidos o fluidos de personas o animales infectados. No hay vacuna disponible ni para personas ni para animales.
Esta patología -endémica en África, Oriente Medio y Asia- siempre se ha considerado una enfermedad exótica en España. Sin embargo, un reciente estudio del Centro Nacional de Microbiología ha detectado el virus en garrapatas en cinco comunidades de la meseta y sureste peninsular. Los primeros casos humanos se describieron en 2016.
En el caso de infección por picadura, el periodo de incubación media suele ser de uno a tres días, con un máximo de nueve. Si es por contacto con fluidos de un enfermo, el periodo asciende de cinco a seis días, con un periodo de incubación máximo de 13 días.
Los síntomas, que surgen de manera repentina, son fiebre, dolor muscular y/o de cabeza, mareos y sensibilidad a la luz. Puede haber también náuseas, vómitos, diarrea, dolor abdominal y de garganta, cambios de carácter y confusión. De dos a cuatro días más tarde es habitual que aparezca somnolencia y depresión. Los pacientes graves pueden sufrir un rápido deterioro renal o insuficiencia hepática o pulmonar.
En aquellas personas con buena evolución, la mejoría comienza a partir del noveno día de la enfermedad. El tratamiento de la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo es difícil.
Según señala la OMS, se administra el antiviral Ribavirina, tanto en formato oral como intravenosa, aunque tiene una eficacia limitada. Por ello, la forma de tratar el virus es paliar los efectos de los síntomas a la espera de que la infección remita por sí sola.
El Ministerio de Sanidad da las claves para eliminar garrapatas. Con una pinza sencilla, de punta fina, será más que suficiente. Sólo hay sujetar con la pinza el arácnido lo más cerca posible a la superficie de la piel y sacarlo intentando que no se separe ninguna parte del cuerpo.
"Se desaconseja la retirada de las garrapatas fijadas por los sistemas tradicionales (algodón con alcohol, aceite, vaselina, petróleo, anestésicos, cortarlas con una tijera, tirar con los dedos de ellas, aplicar calor, etc..), ya que han sido considerados de riesgo, facilitando el contagio de los patógenos que pudieran albergar", señalan.
Por otra parte, cuando vayamos al campo, es importante utilizar repelentes autorizados, botas en vez de sandalias, llevar la piel protegida con manga y pantalones largos y usar ropa de color clara que permita revisar la presencia de garrapatas antes de volver a nuestra casa.