México está estudiando el caso de una médica con antecedentes alérgicos por desarrollar encefalitis tras recibir la vacuna de Pfizer y BioNTech contra la covid-19. Tras este caso, comienzan a surgir las dudas ¿qué es la encefalitis?, ¿puede ser un síntoma del coronavirus o de la vacuna contra el virus?
La encefalitis es una enfermedad que produce inflamación en las estructuras que conforman el encéfalo (cerebro, cerebelo y tronco del encéfalo) y que puede afectar a tejidos circundantes como las meninges (meningoencecefalitis).
Tal y como informan desde la Sociedad Española de Neurología (SEN), las manifestaciones más comunes de la encefalitis son: fiebre en un 90 por ciento de los casos, dolor de cabeza (80%), desorientación (70%), trastornos en el lenguaje (60%), cambios conductuales (40%) y crisis convulsivas (en 30-60% de los casos).
"Aunque las manifestaciones clínicas de la encefalitis son muy diversas, presentar fiebre alta, alteraciones del comportamiento, déficits motores, convulsiones, alteración del nivel de conciencia, alucinaciones, somnolencia, dolor de cabeza intenso o pérdida del conocimiento son signos que requieren de atención inmediata", ha destacado el miembro de la SEN.
Según la SEN, tiene un índice de mortalidad de entre el 5-20 por ciento de los casos y deja secuelas en más del 20 por ciento de los supervivientes. Esta mortalidad y discapacidad, que ya es considerable en países con un sistema sanitario desarrollado, es mayor aún en países de bajos ingresos.
Un alto porcentaje de los casos de encefalitis evolucionan favorablemente con el tratamiento adecuado. Estos presentan síntomas como fiebre, dolor de cabeza, náuseas y vómitos, junto con otros síntomas de disfunción del sistema nervioso, y se suelen recuperar en pocas semanas, sin complicaciones a largo plazo. No obstante, a veces presenta síntomas atípicos, lo que podría aumentar su infradiagnóstico.
Los casos graves, en cambio, conllevan "un alto riesgo de mortalidad y secuelas altamente discapacitantes como desarrollo de epilepsia, déficits motores, síntomas cognitivos, trastornos en el comportamiento y trastornos del aprendizaje, con especial importancia en el desarrollo de los niños afectados", según el coordinador del Grupo de Estudio de Neurología Crítica e Intensivista de la SEN.
Los grupos de población con un mayor riesgo de presentar encefalitis son los niños menores de un año, las personas mayores, así como aquellas personas que padecen alguna patología que afecte al sistema inmunitario o estén en tratamiento con fármacos inmunosupresores.
Para prevenir las consecuencias de la encefalitis, es recomendable evitar ingerir agua y alimentos en mal estado, protegerse ante picaduras de insectos o mordeduras de animales, especialmente en climas tropicales, vacunarse de forma correcta cuándo vamos a realizar viajes, vacunar a los animales domésticos, y especialmente vacunar a los niños.
Existen encefalitis causadas por agentes tóxicos y cada vez un número mayor de anticuerpos identificados que pueden causar encefalitis (encefalitis inmunomediadas). Este tipo de encefalitis tendrán un tratamiento específico y en muchos casos eficaz.
No obstante, la causa más frecuente de encefalitis continúa siendo la infecciosa y existen múltiples agentes patógenos que la pueden producir (virus, bacterias, hongos, etc). Así, los virus son los causantes más habituales y, hasta la fecha, se han identificado más de 100 virus capaces de infectar el sistema nervioso central.
En España, tal y como detallan desde la SEN, los principales son los virus de la familia herpes (herpes simple, virus de la varicela-zoster), los enterovirus y los virus trasmitidos por animales (como mosquitos o garrapatas). Los virus del sarampión, paperas, polio o rubeola también pueden causar encefalitis muy graves en las personas no vacunadas.
Por otro lado, además de los virus comunes, como la gripe, en ocasiones surgen nuevos agentes virales respiratorios que causan epidemias o pandemias asociadas con síntomas más graves. Esto ocurre por ejemplo, cuando los virus presentes en reservorios animales cruzan la barrera de las especies como una estrategia oportunista para adaptarse a nuevos anfitriones. Virus respiratorios similares al nuevo coronavirus (Covid-19) se han identificado como posibles agentes infecciosos del sistema nervioso central.
En este sentido, estudios realizados por neurólogos españoles y recogidos en el Registro de la Sociedad Española de Neurología (SEN) establecido ante la pandemia del COVID-19, ponen de manifiesto que las encefalopatías, encefalitis y los problemas cerebrovasculares son algunas de las patologías neurológicas más comunes entre los pacientes con infección activa por el SARS-CoV-2.
De los 232 casos con síntomas neurológicos recogidos en el Registro COVID-19 SEN desde el 17 de marzo al 6 de junio, un 21,9% fueron encefalopatía/encefalitis. El 35,3% de los casos pertenecía a Madrid, seguida de Cataluña (13,7%) y País Vasco (9,8%), tres de las comunidades que más casos han tenido. El 58,8% de los pacientes fueron hombres, con una edad media de 69,1 años.
Los síndromes más frecuentes fueron: síndrome confusional leve o moderado (33%) y encefalopatía grave o coma (9,8%). El tiempo medio entre el inicio de la infección y la clínica neurológica fue de ocho días, coincidiendo con los días de mayor gravedad de la infección respiratoria (del séptimo al décimo día).
En cuanto a las pruebas realizadas a estos pacientes, se practicó punción lumbar en un 60,8% de los casos, detectando PCR positiva para el virus sólo en un caso; resonancia craneal en el 47% de los pacientes, mostrándose alterada tan sólo en el 7,3%; y electroencefalograma en el 41,3%, alterado en el 61,9%, por lo que fue la prueba más sensible en estos pacientes.
En cuanto a patologías vasculares, representaron un cuarto (26,7%) de los casos recogidos en este registro nacional. El 85% fueron infartos cerebrales (ictus isquémicos) y el 11,3% hemorragias cerebrales, fundamentalmente. La edad media fue de 67 años y el 64,5% fueron varones.
El tiempo medio entre el inicio de síntomas respiratorios y neurológicos fue de 11 días en el caso de los ictus isquémicos y de 12,5 días en el caso de los hemorrágicos. Mientras, requirieron ingreso en UCI el 30,6% de los pacientes y la mortalidad fue del 16,1%. El 62,9% de los casos fueron considerados como probablemente relacionada con el virus.
La vacuna de Pfizer que se suministra ya en los estados miembros de la UE, superó la fase III de los ensayos clínicos y ha recibido la autorización de los organismos competentes para su comercialización. Ni los laboratorios Pfizer-BioNTech
Por otro lado, Amós José García Rojas, presidente de la Asociación Española de Vacunología (AEV), señala a 'Redacción Médica', que la encefalitis "puede existir", "pero es un problema muy rara avis". "Los efectos secundarios que más han aparecido están relacionados con sensación de cansancio, fiebre o dolor en la zona de la inyección. Son reacciones que pueden ser escasas, pero habituales en el contexto de las vacunas", indica.