Qué es el citomegalovirus, el virus desconocido entre las embarazadas que deja secuelas en el bebé

  • El citomegalovirus (CMV) es un virus muy frecuente que puede afectar a embarazadas

  • El CMV puede dejar secuelas neurológicas, sordera o ceguera en el feto

  • La prevención es clave para no contraer el citomegalovirus

El citomegalovirus (CMV) es un virus muy frecuente y en cambio poco conocido por las embarazadas pese a que, si lo contraen, puede provocar secuelas neurológicas, sordera o ceguera en el feto.

El contagio por CMV es frecuente y la inmensa mayoría de las personas presenta síntomas leves -parecidos a un resfriado- o son asintomáticas, pero el problema es cuando lo contrae una embarazada, ya que existe el riesgo de que lo transmita al feto. Celebridades como el futbolista Álvaro Morata lo han sufrido y se han recuperado de forma total.

Uno de cada 200 bebés tiene el citomegalovirus

No son pocos los bebés que nacen con CMV: "Es frecuente, uno de cada 200 bebés lo tienen, y hay que tener presente que tiene un riesgo importante, un porcentaje no despreciable, de afectación auditiva, neurológica e incluso ocular", destaca en declaraciones a Efe el doctor Pere Soler, jefe de la Unidad de Patología Infecciosa e Inmunodeficiencias de Pediatría del Hospital Vall d'Hebron.

Es el virus más frecuente que se transmite de madre a hijo y la causa de sordera no genética más frecuente en nuestro país", añade.

Afortunadamente, el 90 % son asintomáticos al nacer, aunque incluso un 10 % de estos puede desarrollar problemas auditivos durante los primeros años de vida; en el caso de los sintomáticos, que se detectan durante el embarazo o al poco de nacer, entre un 45 % y un 65 % puede tener secuelas si no se tratan.

Para los sintomáticos existe un tratamiento antiviral que, como mínimo, detiene el avance de las secuelas: sordera, retraso en el desarrollo y -en menor medida- problemas de visión.

Medidas de prevención frente al citomegalovirus

Existen medidas de prevención para evitar el contagio de CMV durante el embarazo, que deberían aplicar sobre todo las gestantes que ya tienen niños en edad preescolar, ya que son los principales transmisores a través de la saliva y la orina.

La doctora Marie Antoinette Frick, pediatra especialista en infecciones congénitas en Vall d'Hebron, recomienda "no dar besos a sus hijos en la boca o mejilla, no compartir comida, bebida o utensilios de cocina o cepillo de dientes", así como una "buena higiene de manos sobre todo si hay contacto con saliva u orina de su hijo", o incluso "usar guantes para cambiar pañales".

La ginecóloga Anna Goncé, especialista en infecciones perinatales del Hospital Clínic, es consciente del problema de la poca información sobre este virus: "La prevención es el gran agujero negro que tenemos", destaca esta especialista, que incluso impulsó un vídeo de divulgación del citomegalovirus que muestra a las futuras madres.

Aunque lo ideal es que lo sepan las mujeres antes de quedarse embarazadas, porque la infección por CMV durante el primer trimestre es la que puede dejar secuelas más graves al feto.

La prevención es clave, pero también la detección precoz y por eso el Clínic y el Hospital de Sant Joan de Déu llevan a cabo un programa piloto de cribado universal en el primer trimestre de embarazo, después de que unos primeros estudios hayan demostrado que la administración de un antiviral a gestantes reduce la transmisión del virus al feto, una experiencia que Goncé confía que se amplíe a otros hospitales.