La incontinencia fecal es la incapacidad de controlar las veces que se va al baño, acudiendo con gran continuidad para hacer de vientre. Normalmente la alimentación es un punto clave de esta condición, y gracias a ella podemos controlar y superar esta molesta afección que todo el mundo ha sufrido alguna vez.
Según recoge Tuasaúde, algunos estudios demuestran que entre el 22% al 54% de los pacientes que mejoran sus hábitos alimenticios durante la incontinencia fecal tienen una mejoría considerable. Aunque también depende de la persona y de los motivos, hay algunas pautas que podemos seguir en estos casos:
Por lo general, se deben evitar los alimentos que irriten o estimulen la mucosas intestinal, por ello es mejor olvidarnos del café o bebidas con chocolate, al igual que de los refrescos ricos en cafeína. Otros de los alimentos a evitar son los edulcorantes, que pueden provocar flatulencias, al igual que los típicos alimentos conocidos por su carácter flatulento como lentejas, frijoles, repollo o garbanzos. Otra opción que hay que evitar en estos casos son los alimentos picantes y los que contienen azúcares.
Por el contrario, la alimentación que sí está recomendada para tratar la incontinencia fecal es la basada en la ingesta de arroz blanco, pasta, carnes blancas como el pollo o el pavo y el pescado. Además, también se puede recurrir al plátano y a la calabaza, que ayudan al tratamiento de la incontinencia.
Otro factor a destacar para esta afección es el consumo de agua. La diarrea puede llegar a causar deshidratación, por lo que es importante prestar atención a los síntomas y sobre todo beber mucha agua para que no suceda.