Son muchas las familias que viven en espacios reducidos o en pisos interiores en los que los niños llevan más de un mes sin apenas luz natural debido al estado de alarma declarado por coronavirus. Los psicólogos consideran que es algo imprescindible para el desarrollo de los más pequeños y que puede tener efectos perjudiciales a medio y largo plazo.
Necesidades que dependen de las edades y de las circunstancias. Esas salidas puntuales, con ciertas restricciones, sí se permiten ya en países como Francia, Bélgica o Alemania. Una medida ya sobre la mesa, que el Gobierno valorará en función de cómo evoluciones la pandemia.
En España, tal y como ha recordado hoy Fernando Simón, el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias, los niños pueden salir a la calle en algunos supuestos. Pueden hacerlo acompañados por uno de sus progenitores para la realización de actividades esenciales. Así está recogido en el decreto del estado de alarma aprobado por el Gobierno.
Hace tiempo que especialistas como psicólogos o pediatras insisten en este aspecto. No obstante, esto ha supuesto un debate de controversia, tanto en España como en otros países europeos como Italia, donde se barajó la opción, pero se terminó dando marcha atrás ante el temor de que la medida era prematura.
Según afirman webs especializadas, la luz natural activa nuestro cerebro y hace que nos mantengamos atentos. Por lo que se convierte en fundamental en la necesidad continua de aprendizaje que tienen los niños. De hecho, existen varios estudios que aseguran que los niños con ventanales en sus clases rinden mejor que aquellos en clases poco iluminadas. Su ritmo de estudio podría verse afectado tras semanas sin salir.
Pero no solo eso. La luz natural también promueve el movimiento. La obesidad infantil se ha incrementado notablemente en los últimos años. La realización de ejercicio físico es también un aspecto indiscutible en sus vidas para evitar problemas relacionados con sobrepeso.
Estos factores, entre otros muchos, como pueden ser la salud visual, la reducción del riesgo de padecer ciertas enfermedades, son algunos de los motivos que llevan a los especialistas a solicitar las salidas, al menos puntuales, de los más pequeños.