La cúrcuma es un tipo de especia que nos llega desde la India y que cada vez resulta más utilizada en nuestras cocinas. No es para menos: además de servir como potente y sabroso condimento y de aportar color a nuestros platos, se trata de un ingrediente muy nutritivo. La cúrcuma procede de una planta herbácea de la familia de las zingiberáceas, nativa del suroeste de la India. Es también conocida como el 'azafrán del pobre' en partes de hispano América, por compartir con éste su característico tinte naranja, y su historia se remonta al siglo séptimo antes de Cristo. ¿Cuáles son los beneficios y propiedades de la cúrcuma?
Se dice que la cúrcuma se usa (o se tiene constancia por primera vez de su uso) desde el siglo séptimo antes de Cristo, en la India. En aquel entonces se utilizaba como colorante textil, y a lo largo de la historia se ha utilizado también para colorear el cuerpo. En cuanto a su uso gastronómico, es también una de las especias más usadas en la cocina hindú como colorante alimentario para distintos platos. De hecho, es una de las especias que forman parte de la receta del curry.
En cuanto a las propiedades de la cúrcuma, son muchas y muy variadas, y tienen que ver con su poder antioxidante y desintoxicarte e incluso anticanceroso. Por ejemplo, la cúrcuma ayuda a mejorar las digestiones, aliviando la sensación de hinchazón y teniendo también un efecto astringente. Incluso ha demostrado ser eficaz en el alivio de pacientes con úlceras gástricas y gastroduodenales.
La cúrcuma también está indicada para ayudarte a adelgazar, ya que favorece la metabolización de las grasas y tiene una gran capacidad para absorberlas. También ayuda a reducir los niveles de colesterol LDL. En cuanto al hígado, su efecto es protector y reparador, así como descongestionante. Es incluso útil en caso de artritis y artrosis por su efecto antiinflamatorio (con el plus de no dañar el estómago, como sí ocurre en caso de uso de fármacos de este efecto).
Además, gracias a su efecto antioxidante y como antiagregante plaquetario, puede ayudar a evitar dolencias cardíacas. En cuanto a sus efectos anticancerígenos, los estudios existentes e centran en la capacidad antioxidante de a cúrcuma en relación con piel, boca o intestinos, áreas en las que parece que ayuda a reducir la aparición de células cancerosas. También es buena para la piel (de nuevo, por su efecto antioxidante, así como por ayudar a eliminar toxinas).