La historia de Candela, una niña catalana de ochos años, es de superación. Con 20 meses le diagnosticaron una insuficiencia renal grave y desde los cuatro años ha necesitado diálisis. Candela hoy es una niña llena de energía que espera poder volver pronto al colegio y hacer vida normal. Todo gracias a un trasplante de riñón cruzado, que ha donado su padre, Alberto. “La donación de vivo debe ser meditado pero me lancé de cabeza. Es la decisión más fácil que he tomado en mi vida. Ahora esta fantástica”.
Un equipo de nefrólogos y cirujanos del Hospital Sant Joan de Déu (SJD) y el Hospital Clínic (HC) han llevado a cabo el primer trasplante cruzado de riñón de grupo sanguíneo incompatible a un paciente pediátrico en España. La paciente es Candela, de 8 años, que ya no necesita conectarse a una máquina a diario para sobrevivir y que espera ansiosa poder volver al colegio.
“Candela ahora está fantástica y llena de energía. Está hecha una moto. Aunque aún no puede ir al colegio, vamos en bici por Esplugues, con su hermano. Sigue estudiando y ahora está menos cansada”, señala emocionado su padre.
A esta pequeña le diagnosticaron un síndrome nefrótico que le provocó una insuficiencia renal, con 20 meses. A los cuatro años le hicieron un trasplante pero salió mal. Los médicos tuvieron que extraérselo a las 24 horas. Desde entonces ha necesitado diálisis. Empezó yendo al hospital tres días a la semana, pero desde 2019 iba a diario.
Así que sus médicos decidieron en 2017 incluirla en el Programa de Trasplante Renal Cruzado de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT). Así, el padre de Candela donó su riñón a un paciente de fuera de Cataluña con el que era compatible y Candela recibió el órgano del donante de este paciente, con la peculiaridad de que sus grupos sanguíneos eran incompatibles. Por eso, un mes antes de la intervención esta pequeña valiente ha estado en tratamiento. Los doctores le han “depurado la sangre” y “extraído anticuerpos A+” para que no rechazara el riñón.
El doctor Álvaro Madrid, jefe del Servicio de Nefrología de SJD ha explicado que “aunque siempre se intenta que el donante y el receptor tengan un grupo sanguíneo compatible, en el caso de la Candela no ha sido posible porque el hecho de que fuera de grupo sanguíneo 0 obligaba a los médicos a descartar un gran abanico de potenciales donantes”.
“Después de años de búsqueda sin éxito, optamos por trasplantarle un riñón que, a pesar de ser compatible inmunológicamente, sí era de un grupo sanguíneo incompatible”, señala Madrid.
"Organizar un trasplante renal cruzado y a la vez aplicar la estrategia de desensibilización del grupo sanguíneo ha sido complejo y un gran reto”, en el que han participado muchos compañeros de diferentes servicios” e incluso del Hospital Clínic, ha destacado la nefróloga del SJD, Yolanda Calzada.
“Candela necesitaba un gran órgano, y rompiendo las barreras de compatibilidad inmunológica y de grupo sanguíneo, con un protocolo diseñado individualmente para ella, y un gran equipo que trabajó en sinergias, pudo recibir el trasplante gracias al gran altruismo de su padre y de un donante vivo cruzado, que no sólo hicieron felices a Candela y a la otra persona que se trasplantó, sino a aquellas personas que se pudieron trasplantar con donante cadáver al dejar de competir en la lista”, ha querido resaltar el doctor Ignacio Revuelta, consultor de la Unidad de trasplante renal de HC.
Por todo ello, el padre de Candela, Alberto ha puesto en valor la sanidad pública. “Ahora se ha puesto de moda irse a Andorra para no pagar impuestos pero gracias a esos impuestos y a la solidaridad se consiguen estas cosas. Confianza en nuestro sistema sanitario”. “La donación de vivo debe ser meditado pero me lancé de cabeza. Es la decisión más fácil que he tomado en mi vida”, ha concluido Alberto.
Candela ya está totalmente recuperada y hace vida normal. Sólo tiene que tomar una medicación inmunosupresora y hacer visitas de control.