Medios locales de China se han hecho eco este lunes de la conclusión de investigadores de Hong Kong que señalan que un hombre de 33 años oriundo de esta región es el primer caso documentado de reinfección por COVID-19
Según señala la televisión pública local RTHK, y tal como recoge la agencia EFE, el hombre fue dado de alta después de haberse recuperado de los efectos del SARS-CoV-2 en abril, pero a principios de este mes de agosto ha vuelto a dar positivo tras las pruebas que le fueron realizadas una vez regresó de un viaje a España.
En un primer momento, las autoridades sanitarias de la región consideraron que el hongkonés podía ser un “portador persistente” de la COVID-19 y mantener de ese modo el virus en su organismo desde el momento en que empezó a sufrirlo. Sin embargo, los investigadores de la citada Universidad de Hong Kong inciden en que las secuencias genéticas de las cepas del virus que contrajo el hombre en abril y las de ahora, en agosto, son “claramente distintas”.
En este sentido, de ser así supondría un auténtico revés para aquellos que trabajan contra el virus y la pandemia basándose en la supuesta inmunidad que se obtiene tras pasar la enfermedad.
"Muchos creen que los pacientes recuperados de la COVID-19 tienen inmunidad contra las reinfecciones debido a que la mayoría desarrollaron una respuesta basada en anticuerpos neutralizantes en suero", señalan los investigadores de este estudio, quienes lamentablemente inciden en que "hay pruebas de que algunos pacientes tienen niveles decrecientes de anticuerpos pasados unos pocos meses".
En este contexto, insisten desde la Universidad de Hong Kong, "el SARS-CoV-2 podría persistir entre la población humana, como es el caso de otros coronavirus humanos comunes asociados a los resfriados, incluso a pesar de que los pacientes hayan conseguido inmunidad a través de una infección natural".
Por esta razón, como tantos expertos han repetido por activa y por pasiva desde distintos puntos del planeta, insisten en recomendar el uso de las mascarillas y el distanciamiento social, y también a quienes ya se han recuperado de la COVID-19, habida cuenta de las conclusiones de su estudio.
Además, también por ese mismo motivo, señalan que la posible ausencia de una inmunidad natural duradera implicaría que quienes han superado la enfermedad también tendrían que someterse a la vacunación una vez sea descubierta una vacuna segura y eficaz: "Ya que la inmunidad podría ser poco duradera (...), se debería considerar también la vacunación para aquellos que han pasado por un episodio de infección", afirman.
El estudio ha sido aceptado por el diario médico 'Clinical Infectious Diseases' ('enfermedades infecciosas clínicas', en inglés), publicado por la universidad británica de Oxford, si bien actualmente la respuesta que suma más consenso en lo que se refiere a la cuestión de la inmunidad frente a la COVID-19 es que, lamentablemente, todavía se desconoce a ciencia cierta cómo de solida es la respuesta inmune que generan los contagiados y cuál es su duración.
A mediados de julio, la Organización Mundial de la Salud (OMS) mostró su esperanza en que los recuperados de la COVID-19 mantuviesen cierto grado de inmunidad durante varios meses, y según expresó entonces la jefa del Departamento de Enfermedades Emergentes de la institución, Maria van Kerkhove, "en otros coronavirus como el MERS o el SARS, la inmunidad se prolongó unos doce meses o incluso un poco más". Sin embargo, todavía no hay evidencias suficientes para dar respuesta a esas incógnitas.
Preguntado en rueda de prensa al respecto del supuesto caso de reinfección del hombre hongkonés, el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, ha expresado la inquietud de la comunidad científica: "Tenemos que ver exactamente qué ha pasado. Si fuera una reinfección, sería la primera documentada. Sería una situación que, en principio, no aparece con mucha frecuencia. La sospecha es que incluso no serían ningún riesgo de transmisión a otras personas", ha señalado.