La primavera nos trae de cabeza: cinco consejos para que las migrañas no sean tu pesadilla
eltiempohoy.es
30/04/201816:50 h.Un estudio del Hospital Marqués de Valdecilla de Santander, publicado el pasado mes de febrero, alertaba que el 72% de los pacientes con dolores de cabeza que llegan a las consultas de los neurólogos jamás han sido sometidos a tratamientos preventivos. Asimismo, esta investigación refleja que un 25% de los afectados nunca habían consultado estas molestias al médico, por lo que los especialistas creen que alrededor de un 40% de pacientes están sin diagnosticar, pese a que los dolores de cabeza generan alrededor del 50% de las consultas en Atención Primaria.
Según la Organización Mundial de la Salud, la prevalencia mundial de la cefalea (al menos una vez al año) en los adultos es de aproximadamente 50%. Las jaquecas son un problema mundial que afecta a personas de todas las edades, razas, niveles de ingresos y zonas geográficas y que, además de dolorosas, son muy incapacitantes. En el Estudio de la Carga Mundial de Morbilidad, la migraña por sí sola representó la sexta causa mundial de los años perdidos por discapacidad, siendo una de las mayores preocupaciones para la salud pública, debido a los costos económicos que suponen para la sociedad.
Los especialistas en la materia coinciden en que los factores medioambientales en sí no son la causa principal, sino uno más de los detonantes que originan estos achaques. Las variaciones de la temperatura, con días calurosos mezclados con jornadas frías típicas del invierno, así como las bajas presiones atmosféricas contribuyen a su incidencia. Por otra parte, la aparición de las alergias respiratorias por la presencia de pólenes hacen que su prevalencia sea mayor entre marzo y julio.
Prevenir su aparición es una quimera, sin embargo debemos estar muy atentos a su sintomatología y dilatación en el tiempo, ya que si las molestias se alargan alrededor de dos semanas puede que estemos ante una migraña crónica. Acudir a la consulta del médico es primordial, debido a que este trastorno puede esconder una dolencia más grave. Los especialistas llevarán a cabo un estudio para identificar su causa, llevar a cabo un diagnóstico y derivarnos a los especialistas en Neurología, si las causas no están claras.
Además de seguir a rajatabla el tratamiento que nos prescriba el facultativo, podemos llevar a cabo una serie de pautas en nuestra vida diaria que nos ayuden a aliviar los efectos porque no hay nada peor que afrontar el día a día con dolor de coco.
Stop a la automedicación
La automedicación puede ser uno de nuestros peores enemigos. Los médicos nos advierten por activa y por pasiva de los peligros de la ingesta de analgésicos o antiinflamatorios, que lo único que lograrán será ocultar el verdadero origen y convertir en crónico un trastorno que inicialmente podría ser puntual. En este sentido, los neurólogos aconsejan tomar paracetamol y ácido acetilsalicílico, pero en las medidas oportunas, algo que solo ellos pueden dominar.
El estrés desencadena cefaleas tensionales
El estrés, la depresión y la ansiedad contribuyen a la aparición de las conocidas como cefaleas tensionales, que se manifiestan cuando los músculos del cuello y de la cabeza se contraen. Aunque pueden aparecer a cualquier edad son más comunes entre los adultos, debido al ajetreado estilo de vida moderno.
Fuera cafeína y chocolate
Hay alimentos, como el café, el chocolate, el queso, el alcohol, las carnes procesadas y los frutos secos, que están ligados a las jaquecas. Evitarlos en la medida de lo posible, sobre todo en aquellas personas predispuestas a estas molestias, ayudará a evitar su aparición y su prolongación en el tiempo. Además, es aconsejable comer entre cuatro y cinco veces al día para que nuestro organismo cuente con la suficiente energía para afrontar todas nuestras tareas.
El sueño, en su justa medida
El descanso es clave. En muchas ocasiones, las jaquecas aparecen a primera hora de la mañana, después de haber dormido poco y mal, por lo que es esencial que cumplamos con una rutina de sueño de ocho o nueve horas, en un ambiente idóneo. Por cierto, si nos pasamos con el descanso cual marmotas también podemos contribuir a su aparición. Como siempre, el defecto o el exceso son los valores más propicios para desencadenar estas cefalalgias.
Estiramientos y masajes
El ejercicio físico diario es una de las mejores medicinas naturales para la mayoría de las dolencias y en el caso de las cefaleas es importante llevar a cabo una rutina de estiramientos que contribuirá a descargar la tensión muscular. La natación, el pilates y el yoga son algunas de las disciplinas deportivas idóneas en estos casos. Asimismo, visitar a un fisioterapeuta te ayudará a descargar los músculos en la zona cervical y dorsal, posibles responsables de las inoportunas neuralgias.