Por qué tenemos un tic en el ojo y cómo solucionarlo
Los tics en el ojo son contracciones involuntarias y repetitivas del párpado
Pueden surgir en épocas de estrés o estar asociadas a nuestros hábitos de vida
El consumo de estimulantes como el alcohol o la falta de sueño son motivos muy habituales
Los tics en el ojo son un movimiento involuntario del párpado que puede ser muy molesto o puede simplemente estar ahí. Se conocen como blefaroespasmo, y en unas personas es constante, mientras que en otras va y viene o surge durante un tiempo y después desaparece. Si te resulta un incordio, lo primero para intentar solucionarlo que necesitarás es entender por qué tienes el tic. Hay varios motivos frecuentes entre la población.
Antes de nada, debes saber que no todos los tics se notan desde fuera. Quizá sientas a veces un ligero temblor en el párpado pero al mirarte al espejo no lo detectes. Se trata de una palpitación muy leve que afecta generalmente el párpado inferior al influir en unas fibras del músculo orbicular.
MÁS
Otras veces los tics son más intensos y vienen asociados a fotosensibilidad o visión borrosa, que dificulta tareas tan cotidianas como leer, conducir o trabajar con un ordenador.
¿Por qué surgen los tics?
- Estrés o ansiedad
En los adultos, una causa frecuente detrás de los tics en el ojo es el estrés o la ansiedad. El cuerpo responde de muchas maneras a épocas de más presión que pueden desencadenar estos sentimientos, entre ellas la contracción repetida e involuntaria de los párpados. Por tanto si buscamos solución a la fuente de nuestro estrés lo haremos también con el origen del tic.
- Fatiga o cansancio ocular
La falta de sueño o la necesidad de cambiar de lentillas, entre otras cosas, suelen estar detrás de los temblores en el ojo. Como el resto de nuestro cuerpo, nuestros ojos necesitan descansar adecuadamente. Si crees que esta puede ser la causa de tu tic, entonces para que desaparezca lo que necesitas es planificar una rutina que mejore tu calidad de sueño: no comer justo antes de acostarte, garantizar las 8 horas de sueño diarias y apagar todos los aparatos electrónicos cuando te vayas a la cama.
Otra causa de fatiga visual que se repite cada vez más es la provocada por el uso de móviles, ordenadores y tablets. Si es tu caso, pide cita con tu oculista para asegurarte de que tus gafas o lentillas tienen la graduación adecuada.
- Café, tabaco y alcohol
Los estimulantes como el café, el tabaco y el alcohol pueden provocar un aumento de la contracción del ojo, además los tics pueden ir a más con el tiempo. Basta con dejar las bebidas descafeinadas para ayudar a reducirlos y, si fumas, plantearte el dejarlo.
- Ojo seco
El insomnio, el uso excesivo de dispositivos electrónicos o el envejecimiento pueden causar irritación o provocar una falta de hidratación de la superficie del ojo (córnea) o las membranas llamadas conjuntivas. Lo mejor en estos casos es acudir a un especialista que detecte la causa de la sequedad del ojo.
- Alimentación deficiente
Si tu dieta habitual no suele incluir magnesio, potasio o calcio, este déficit podría estar causando tu tic en el ojo.
- Alergias
El enrojecimiento, picor o lagrimeo en los ojos son síntomas frecuentes de la alergia, lo cual suele llevarnos a frotarnos los ojos y, esto, a su vez, puede desencadenar en el desarrollo de un tic. Esto ocurre porque, al frotarte los ojos sueltas histaminas en el tejido del párpado y el lagrimal, “y hay algunas pruebas que sugieren que la liberación de histaminas puede causar tics en los ojos”, explican desde Vision Direct.
Remedios para los tics en el ojo
Realmente lo que puedes hacer para olvidarte de la molesta contracción en el ojo es solucionar la fuente del tic, es decir, hacer cambios en tu estilo de vida. Si lo que tienes es estrés, procura hacer que desaparezca. Si crees que el café está detrás del tic, reduce la ingesta.
No obstante, hay casos en los que el tic puede prolongarse durante semanas o meses e ir a más. En estos casos deberías acudir al médico. En casos remotos se ha asociado al trastorno de Gilles de la Tourette –aparición de tics, movimientos o vocalizaciones involuntarias–, aunque es poco frecuente.
Hay situaciones en los que se inyecta Botox para evitar las contracciones musculares.