La migraña hemipléjica familiar tipo 2 (FHM2) está causada por un mal funcionamiento de los astrocitos en la corteza cingulada, una región del cerebro que está involucrada en la sensación de dolor, según una investigación realizada por equipo de neurocientíficos dirigido por Mirko Santello en el Instituto de Farmacología y Toxicología de la Universidad de Zúrich (Suiza), en colaboración con la Universidad de Padua (Italia).
Los astrocitos, células cerebrales específicas en forma de estrella, son contribuyentes esenciales para la función neuronal y tienen un fuerte impacto en los circuitos y el comportamiento del cerebro. "A pesar de su abundancia, los neurocientíficos han pasado por alto relativamente los astrocitos", ha señalado Mirko Santello, último autor del estudio.
Sin embargo, estas células son extremadamente importantes para eliminar los transmisores liberados por las neuronas. En su estudio, los investigadores pudieron demostrar que en la migraña familiar los astrocitos no pueden eliminar los transmisores excesivos liberados por las neuronas. "El deterioro en la captación de glutamato astrocítico en la corteza cingulada aumenta fuertemente la excitabilidad dendrítica cortical y, por lo tanto, aumenta la activación de las neuronas", ha afirmado Santello.
La migraña es un trastorno complicado que afecta parte del sistema nervioso. "Nuestros resultados proporcionan un claro ejemplo de cómo la disfunción de astrocitos producida por un defecto genético afecta la actividad neuronal y la sensibilidad a los desencadenantes del dolor de cabeza", ha explicado.
La migraña es uno de los trastornos más incapacitantes, afecta a una de cada siete personas y causa una tremenda carga social y económica. Varios hallazgos sugieren que la migraña es una enfermedad que afecta a una gran parte del sistema nervioso central y se caracteriza por una disfunción global en el procesamiento e integración de la información sensorial, que también ocurre entre los episodios de migraña (período interictal). Por ejemplo, los pacientes con migraña exhiben respuestas corticales aumentadas a los estímulos sensoriales durante el período interictal. En la actualidad, los mecanismos celulares responsables de estas alteraciones son en gran medida desconocidos.
El estudio también ha informado de que el mal funcionamiento de la corteza cingulada también influye en la aparición de migraña. En un modelo de ratón, los investigadores mostraron que los ratones mostraron una mayor sensibilidad a los desencadenantes del dolor de cabeza. "Al manipular los astrocitos en la corteza cingulada, pudimos revertir su disfunción. Esto evitó un aumento en el dolor de cabeza en ratones portadores del defecto genético", ha añadido Jennifer Romanos, primer autor del estudio.
Los hallazgos ayudan a comprender mejor la fisiopatología de la migraña y sugieren que la corteza cingulada puede representar un centro crítico en la enfermedad. La demostración del vínculo entre la disfunción de los astrocitos en la corteza cingulada y la migraña familiar podría ayudar a diseñar nuevas estrategias de tratamiento de la migraña.
Según datos de la SEN, hasta un 25 por ciento de los pacientes que sufren migraña nunca ha consultado su dolencia con el médico y un 50 por ciento abandona el seguimiento tras las primeras consultas. Este es uno de los motivos que hace que esta enfermedad esté infratratada y que lleve a que más del 50 por ciento de los pacientes se automediquen con analgésicos sin receta, lo que puede ser un desencadenante de la cronificación de la migraña.
"La migraña es una enfermedad de difícil manejo que precisa realizar de forma frecuente ajustes en su tratamiento. Además, en determinadas ocasiones, puede resultar complicado obtener resultados satisfactorios a corto plazo", ha explicado la Sin embargo, ha asegurado que actualmente existen varias posibilidades terapéuticas para el tratamiento de las migrañas y para su prevención, también dvierte de que la elección de uno u otro tratamiento debe ser individualizada, en función de las características de cada paciente.
"Todo paciente con migraña crónica o aquellos pacientes con migraña episódica con más de 3 crisis al mes, deben recibir tratamiento preventivo. En todo caso, el tratamiento farmacológico debe combinarse siempre con pautas de estilo de vida y rutinas, como, por ejemplo, mejorar la calidad del sueño, evitar la obesidad y el sedentarismo", ha apuntado Santos.