Somatizar: qué hacer cuando aparecen síntomas que no tienen causa física real

La mente es capaz de muchas cosas, como hacernos sentir dolencias y síntomas físicos de supuestas enfermedades que no aparecen en ninguna prueba médica. ¿Significa que nos inventamos las molestias? Para nada. Se llama somatizar, y tiene una explicación científica. ¿Por qué ocurre y qué hacer?

La somatización supone entre un 15 y un 25% de las visitas de Atención Primaria y, aunque para muchas personas se resume con un “no le pasa nada” o “eso es cuento”, lo cierto es que nuestro cerebro es capaz de hacernos sentir dolor físico.

¿Por qué somatizamos?

La anatomía del cerebro, a modo de resumen, es la siguiente: está el neocórtex, que es la parte racional o pensante; el sistema límbico, que es la emocional, y la parte posterior, que es el cerebro instintivo.

Todas ellas están vinculadas al resto del cuerpo por el sistema nervioso. Por tanto, cuando pensamos, esto general una reacción bioquímica en el cerebro que activa reacciones acordes en partes del cuerpo. Por tanto, nuestro organismo es un todo, y nuestros neurotransmisores les dicen a nuestras articulaciones, órganos y otras partes del cuerpo qué sentir.

Un trastorno o enfermedad psicosomática viene dado por ese vínculo mente-cuerpo. Puedes sentir dolor de estómago porque comes mal, de igual manera que puedes sentir dolor de estómago por un estado de estrés constante. En ambos casos se produce una segregación excesiva de jugos gástricos, y en ambos casos hay una causa.

El estado emocional de las personas genera reacciones bioquímicas, generando unas hormonas en detrimento de otras, y esto puede llevar a somatizar, con síntomas sin una justificación clínica como pueden ser las náuseas, el dolor de articulaciones, desajustes en el ciclo menstrual…

Tipos de somatización

Existen dos tipos de somatización, según la duración y la gravedad del trastorno:

  • Somatizaciones agudas, que son las que se general por estrés psicosocial, en personas con una personalidad y un nivel previo de adaptación normales. Cuando estos individuos no reciben la atención adecuada, el trastorno puede cronificarse.
  • Somatizaciones crónicas, que son aquellas en personas con un nivel previo de adaptación insatisfactorio y frecuentes problemas de personalidad. Los síntomas físicos en este grupo no pueden explicadas y producen incapacidad para hacer vida normal.

El Covid y la somatización: ¿Cómo nos ha afectado la pandemia?

Según va pasando el tiempo, las consecuencias del covid-19 van siendo cada vez más, y una muy frecuente han sido los efectos psicológicos en la población. Según un estudio de la revista The Lancet Psychiatry, una de las posibles reacciones de trastornos psiquiátricos en situaciones de estrés intenso como la pandemia de covid-19 son los trastornos psicosomáticos, somatomorfos e hipocondriacos.

Si la pandemia del Covid-19 ha llevado a una crisis sanitaria, ahora que estamos en su rebrote casi nadie duda de que llega la crisis de la salud mental. “Se necesita de manera urgente, a la vez que paliar los déficits históricos de la red de salud mental, invertir y preparase para evitar el incremento de las enfermedades mentales como consecuencia de la pandemia”, escriben los autores de la investigación.

Tratamiento de la somatización

Para abordar la somatización, lo primero es expresar lo que sentimos y buscar ayuda profesional. De esta manera, podremos identificar el origen de la molestia física que sentimos y empezar a evitar o a gestionar de otra manera el estrés.

También es importante involucrarse en actividades que resulten beneficiosas para el bienestar emocional y llevar un estilo de vida saludable, con hábitos alimenticios sanos y realizando algo de ejercicio.

La psicoterapia o terapia conversacional puede mejorar síntomas, ya que ayudara a aprender a lidiar con los síntomas físicos y a reducir la preocupación por dichos síntomas.