La presencia de medusas en nuestras costas es una constante cada verano y, con el aumento paulatino de las temperaturas en nuestros mares y océanos (entre otros factores), su incidencia tiende a ser cada vez mayor.
Así lo asegura el propio Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico: si bien las medusas suelen aparecer de forma estacional (con mayor presencia desde el inicio de la primavera hasta el fin del verano), la proliferación de enjambres y su acercamiento a la costa "parecen haber aumentado en los últimos años".
Por tanto, podríamos decir que la probabilidad de sufrir una picadura de medusa tiende a ser cada vez mayor, por lo que es importante saber cómo actuar en estos casos. ¿Qué hacer (y qué no) en caso de picadura de medusa?
Las medusas son organismos planctotróficos (es decir, que se alimentan de plancton), por lo que suelen concentrarse en zonas ricas en estos microorganismos que con frecuencia se encuentran cercanas al talud continental donde, además, se lleva a cabo su reproducción. Además, la producción de medusas es muy variable, por lo que fluctúa mucho de un año a otro, aunque en las especies mediterráneas suele coincidir con los inicios de la primavera.
Del mismo modo, su presencia en las playas, así como su abundancia, depende de determinadas condiciones meteorológicas: lluvias, vientos, corrientes marinas, etc. En algunas ocasiones se forman enjambres que alcanzan concentraciones de decenas de ellas por metro cúbico.
Pero, además de estos condicionantes a corto plazo, existen otros que podrían explicar el aumento constante de la presencia de medusas en nuestras costas durante los últimos años. El Ministerio señala la climatología en primer lugar, haciendo referencia a la disminución de las lluvias y al aumento de la radiación solar.
Otro factor podría ser la contaminación por hidrocarburos: se ha observado que en las zonas donde se han producido vertidos de petróleo se inician procesos de degradación de los hidrocarburos por bacterias que, a su vez, sirven de alimento a copépodos, principal alimento de las medusas.
La sobrepesca también favorece la reproducción de medusas, algo lógico si tenemos en cuenta que muchos peces se alimentan del mismo tipo de plancton y que, al reducirse drásticamente su población, desaparece un importante número de competidores a la hora de obtener alimento.
Sea cual sea el motivo de este aumento en la incidencia de medusas, lo que está claro es que su presencia no es apreciada por los bañistas: su picadura nos transmite toxinas que este animal secreta para su defensa, así como en forma de herramienta de caza.
Entre los síntomas de su picadura se encuentran la erupción cutánea leve, calambres musculares y dificultad respiratoria, cambios en el pulso, desmayo, dolor en el pecho, dolor abdominal, dolor de cabeza, dolores y espasmos musculares, entumecimiento y debilidad, dolor en brazos y piernas, mancha roja y elevada donde ocurrió la picadura, rinorrea y ojos llorosos, dificultad para deglutir y sudoración.
Muy importante es tener cuidado con determinados grupos de población, tal y como recuerdan desde Sanitas: en personas alérgicas, cardiópatas y niños es importante saber que "las picaduras de medusa pueden hacer que quien la sufre quede sensibilizado, de tal manera que una nueva picadura provoque una reacción más intensa". También ancianos y mujeres embarazadas pueden sufrir efectos más nocivos, y algo similar ocurre con los asmáticos, así como con las personas que ya han sufrido una picadura con anterioridad.
Cabe recordar que las medusas muertas también son tóxicas, por lo que debes evitar tocarlas. En general, las medusas que llegan a nuestras costas no son especialmente peligrosas, pero la reacción provocada por una medusa especialmente venenosa puede llegar a ser grave e incluso, en casos muy excepcionales, mortal.
En cuanto a qué hacer ante la picadura de medusa, la mejor opción será siempre acudir a un puesto de socorro pero, en caso de que no sea posible, debes saber qué pasos dar para minimizar daños y molestias:
En caso de que los síntomas persistan o parezcan graves, acude siempre a un centro médico de urgencia.