Pfizer y BioNTech aseguran ahora que en el análisis final del ensayo en fase III de su vacuna contra el coronavirus muestra una efectividad del 95%, incluso en adultos mayores, y sin causar problemas de seguridad graves.
Pfizer ha informado de 170 casos de infección por coronavirus entre los voluntarios que participaron en el ensayo en fase III. De ellos 162 infecciones había recibido placebo, y solo ocho recibieron la vacuna. Eso se traduce, según el comunicado de la compañía en una efectividad del 95%, medio punto más de la efectividad anunciado hace unos días por Moderna.
La afirmación inicial de Pfizer su de una eficacia superior al 90% y ya entonces la comunidad científica se sorprendió. Esto, dice la farmacéutica, solo corrobora lo dicho antes.
No obstante, a pesar de su euforia y la de los Gobiernos, como el español, que insisten en que podrán vacunar en enero a las personas mayores, hay expertos, como la española Margarita del Val, y epidemiólogos que se muestran cautos.
"La eficacia fue constante en todos los datos demográficos de edad, raza y etnia. La eficacia observada en adultos mayores de 65 años fue superior al 94%", afirman Pfizer y su socio alemán BioNTech en un comunicado conjunto.
"Se observaron 10 casos graves de Covid-19 en el ensayo, nueve de los cuales ocurrieron en el grupo placebo y uno en el grupo vacunado con BNT162b2", nombre experimental que recibe esta vacuna.
Un grupo independiente ha estado atento a los resultados y efectos secundarios. "Hasta la fecha, el Comité de Monitoreo de Datos del estudio no ha reportado ningún problema de seguridad serio relacionado con la vacuna", reza el comunicado.
"El único evento adverso solicitado de Grado 3 (grave) mayor o igual al 2% en frecuencia después de la primera o segunda dosis fue la fatiga al 3.7% después de la dosis 2", señalan antes de puntualizar que los adultos mayores tendieron a tener menos eventos adversos y los que tuvieron fueron más leves.
La farmacéutica ya ha dicho que pedirá en unos días, al menos en EEUU, una autorización de emergencias (EUA) a la Administración de Drogas y Alimentos de EEUU, algo que algunos expertos consideran arriesgado por varias razones. Primero porque puede afectar a la confianza de la población en las vacunas en cuanto a seguridad y según porque puede hacer que otros proyectos en marcha caigan en el olvido.
De momento, estas conclusiones de Pfizer y BioNTech no se han publicado por pares en ninguna revista científica.