Sí, las personas presintomáticas son capaces de contaminar los objetos que le rodean en una habitación por lo que las familias deben tener cuidado porque su carga viral puede ser muy fuerte: desde sábanas, fundas de almohada, mandos de la televisión, pomos de las puertas… todo ello puede ser contaminado por una persona presintomática. Ya un vídeo demostró la capacidad del coronavirus para contagiarse en una mesa. Ahora se ha probado en una habitación con pacientes en cuarentena que luego dieron positivo. Por eso, proteger las casas sigue siendo necesario para evitar el contagio entre familiares. Y ya se sabe que el coronavirus se puede contagiar en un supermercado con una sola tos.
Pese a que estudios señalan ahora que los alimentos que compramos no presentan signos evidentes de contaminación por coronavirus, científicos de China pudieron determinar en un reciente estudio publicado esta semana en la revista Emerging Infectious Diseases de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. que las personas presintomáticas infectadas por coronavirus pueden contaminar fácilmente un espacio.
El informe indicaba que el coronavirus fue detectado en varias superficies en habitaciones de un hotel donde dos estudiantes chinos presintomáticos fueron puestos en cuarentena después de regresar a China desde el extranjero el 19 y el 20 de marzo. Al llegar, ninguno de los dos mostró síntomas de infección, pero en la mañana del segundo día de cuarentena ambos dieron positivo por coronavirus y fueron ingresados para recibir tratamiento. Tras varios días de hospitalización, los pacientes desarrollaron tos y fiebre y uno de ellos mostró cambios en sus pulmones, según revelaron imágenes de tomografía computarizada de tórax.
Unas tres horas después de que los estudiantes dieran positivo por covid-19, los investigadores tomaron muestras de las superficies ambientales de las habitaciones en las que se habían alojado. Según afirma el estudio, esas dos personas fueron los únicos huéspedes de las habitaciones, ya que el hotel había permanecido cerrado del 24 de enero al 18 de marzo de 2020 debido al brote de coronavirus en China.
"Utilizamos un aplicador estéril con punta de poliéster, previamente humedecido en un medio de transporte viral, para tomar muestras de las superficies de la manija de la puerta, el interruptor de la luz, la manija del grifo, el termómetro, el control remoto del televisor, la funda de almohada, la funda nórdica, la sábana, la toalla, la manija de la puerta del baño y el asiento de inodoro y el botón de descarga. También recolectamos muestras de hisopos de control de una habitación desocupada", desvela el estudio.
En total se recogieron 22 muestras de las dos habitaciones y ocho de ellas dieron positivo para covid-19. Seis eran de la habitación del estudiante identificado como paciente A, y correspondían al interruptor de la luz, la manija de la puerta del baño, la sábana, la funda nórdica, la funda de la almohada y la toalla. Mientras tanto, en la habitación del paciente B se detectaron muestras positivas en un grifo y una funda de almohada.
"La detección de ARN de SARS-CoV-2 en las muestras de superficie de la sábana, la funda nórdica y la funda de almohada resalta la importancia de los procedimientos de manipulación adecuados al cambiar o lavar la ropa de cama usada de pacientes con SARS-CoV-2. Por lo tanto, para minimizar la posibilidad de dispersar virus a través del aire, recomendamos que la ropa de cama usada no se agite al retirarla y que los artículos lavados se limpien y se sequen completamente para evitar una propagación adicional", advirtieron los investigadores, agregando que el estudio "demuestra una extensa contaminación ambiental del ARN del SARS-CoV-2 en un tiempo relativamente corto, en menos de 24 horas".