Países Bajos deja el negocio de la cría de visones por el Covid-19
Todas las granjas que se dedican a la cría de estos animales deberán cerrar en marzo del próximo año
Países Bajos abandona la práctica de la cría de visones para la industria peletera por el Covid-19. El Gobierno ha decidio el cierre de todas las granjas del país, después de que se registraran múltiples brotes de coronavirus en numerosas de las que se dedican a este negocio y que obligó a sacrificar a decenas de miles de estos animales.
Todas las granjas que se dedican a la cría de visones tendrán que cerrar en marzo del próximo año, según ha informado fuentes del Ejecutivo a la televisión holandesa NOS, que explicaron que esta es la fecha límite, una vez el "periodo de pelaje", que comienza en noviembre, haya terminado y los animales hayan sido despojados del mismo. Muchas ya han cerrado en los primeros meses cuando se disparó la pandemia de coronavirus y se detectaron casos en estas.
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La decisión supone el fin del negocio de la peletería en Holanda, una actividad muy polémica y que organizaciones de protección animal llevó al Tribunal Supremo y que, igualmente, debía llegar a su fin en 2024, debido a una sentencia judicial que considera esta práctica poco moral y agresiva con los animales.
Los brotes de coronavirus en diferentes granjas provocó grandes pérdidas para el negocio de más de 40 empresas, que tuvieron que sacrificar a todos los visones para evitar el aumento de los contagios y que sus instalaciones se convirtieran en un reservorio del virus.
El Gobierno holandés opta así por no sacrificar de forma preventiva a los visiones de todas las granjas, incluidas las que aún no están afectadas por el coronavirus, porque considera que el peligro para la salud "no es lo suficientemente grande" como para tomar una decisión tan radical.
Las autoridades sanitarias del país temen que, a largo plazo, estas granjas sí pasen a ser reservorios o principales focos del coronavirus, a pesar de que solo se han dado al menos dos casos confirmados en Holanda de transmisión del virus de animal a humano, los primeros conocidos en el mundo.
Las medidas costarán al Gobierno de Países Bajos unos 180 millones de euros (214 millones de dólares): 40 millones en sacrificios de visones y 140 millones en sus obligaciones, como indemnización, con las empresas a las que exige el cierre.