La Organización Mundial de la Salud (OMS) ya está supervisando B.1.640.2, la subvariante del SARS-CoV-2 detectada recientemente en Francia y que lleva por nombre IHU. Esta nueva variante tendría hasta 46 mutaciones -más que ómicron- y 37 deleciones, si bien "no está circulando muy activamente", según ha aclarado la doctora Maria Van Kerkhove, epidemióloga líder del organismo.
Por el momento, la OMS únicamente tiene a la variante IHU bajo vigilancia y no la ha declarado preocupante. Existen tres grados en función de la importancia que da la OMS a las nuevas caras del coronavirus: variantes bajo vigilancia (VUM, por sus siglas en inglés), variantes de interés (VOI) y variantes preocupantes (VOC).
IHU se trata de una subvariante de la cepa B.1.640, cuyos primeros casos fueron detectados en septiembre de 2021 en una serie de países y que ya se categorizó como una variante "bajo supervisión" por la OMS en noviembre de este mismo año. Este último linaje tendría su caso cero en un paciente procedente de Camerún, quien infectó a 12 personas.
Estos primeros casos, según los científicos, han sido identificados en la localidad de Forcalquier, en el departamento de Alpes de Alta Provenza.
"Esta variante representa menos de 1 por ciento de las muestras en Francia. Hay dos subvariantes: la B.1.640.1 y la B.1.640.2, y es importante que las sigamos, por la cantidad de mutaciones con las que cuenta, pero no está circulando muy activamente", ha apostillado Van Kerkhove.
"Es bastante común que esta situación ocurra", ha tranquilizado la epidemióloga de la OMS, que ha hecho hincapié en que "las vacunas actuales contra el covid-19 funcionan para todas las variantes activas".
Los expertos consideran que la variante IHU contiene un elemento peculiar en una de sus mutaciones ya que se asocia con un posible aumento de la transmisión del virus, más que ómicron. Pese a ello, los expertos apuntan a que todavía no existen suficientes casos para determinar su alcance.
"Es una cepa menos activa y que todavía está siendo evaluada", ha informado por su parte la directora del Departamento de Inmunización de la OMS, Kate O'Brien. "Es una variante que quizás está aumentando su prevalencia. Contamos con pruebas específicas de la misma, pero está pendiente de un análisis más profundo", ha precisado.
Al igual que Van Kerkhove, O'Brien ha querido recalcar el papel de las vacunas para proteger de casos graves de la enfermedad, "como se está viendo con ómicron". "El desempeño de las vacunas funciona incluso con estas variantes", ha reiterado la experta.
Esta nueva cepa ha recibido el nombre de IHU por las siglas del Instituto Hospitalario Universitario Méditerrannée de Marsella (Francia). Según los primeros análisis, tiene 46 mutaciones y 37 deleciones que dieron como resultado 30 sustituciones de aminoácidos y 12 deleciones.
Su genotipo llevó a crear un nuevo linaje, el B.1.640.2, que es un grupo hermano filogenético del antiguo linaje B.1.640, renombrado como B.1.640.1. Ambos linajes difieren en 25 sustituciones de nucleótidos y 33 deleciones.