La OMS vuelve a poner fecha a la vacuna lanzando un aviso claro: “No serán 100% efectivas”
Estiman que podrían llegar a principios o mediados de 2021
Advierten que no se puede confiar a las vacunas todo el peso de la lucha contra el covid
Recalcan que trabajarán para que haya un reparto equitativo de la vacuna cuando haya una "segura y eficaz"
Es la gran esperanza en la lucha contra el coronavirus, pero en las últimas semanas los expertos no se cansan de advertir que no debemos pecar de un exceso de optimismo y debemos estar preparados, incluso, para que las primeras generaciones de vacunas sean imperfectas.
La última en pronunciarse en este sentido ha sido la propia Organización Mundial de la Salud, que afirma que llegarán a principios o mediados de 2021 pero advierte que “no serán 100% efectivas”.
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Así se desprende directamente de su informe de ‘preguntas y respuestas’ sobre las vacunas contra el coronavirus, donde indican que actualmente se están estudiando muchas vacunas potenciales y varios ensayos clínicos pueden informar de sus resultados a finales de año.
De demostrarse una vacuna segura y eficaz, tendrá que ser aprobada después por los reguladores nacionales, así como ser fabricada bajo los estándares más exigentes para su posterior distribución; otro paso crucial. Por eso, la OMS también se esfuerza en recalcar que se está trabajando con socios en todo el mundo para ayudar a coordinar los pasos claves en este proceso. Una vez se disponga de una vacuna que aporte garantías, se pondrán todos los esfuerzos en facilitar el acceso equitativo a los miles de millones de personas que la necesitan.
Muchas incógnitas por resolver
Por delante, no obstante, quedan un mar de incógnitas. Casi tantas como las que plantea todavía el SARS-CoV-2, del cual todavía hoy se desconocen cuestiones cruciales, como el origen concreto del salto a los humanos. Por ahora, el propio organismo reconoce que no se sabe cuándo estará una vacuna que sea “segura y eficaz” para poder ser distribuida, aunque se estima, efectivamente, que sea entre principios y mediados de 2021.
Será así si se cumplen todos los pasos clave: deben demostrar que son vacunas de garantías en ensayos clínicos grandes, en la fase III, y antes de que la OMS considere la precalificación de un producto de vacuna, se requiere una serie de revisiones independientes de la evidencia de eficacia y seguridad, incluida la revisión regulatoria y la aprobación en el país donde se fabrica la vacuna.
Del mismo modo, un panel externo de expertos convocado por la OMS, llamado SAGE, tendrá que analizar los resultados de los ensayos clínicos y, junto con la evidencia sobre la enfermedad, los grupos de edad afectados, los factores de riesgo de la enfermedad y otra información, recomendarán si las vacunas deben aplicarse y la forma de hacerlo.
"Las vacunas deben fabricarse en grandes cantidades, lo que será un desafío importante y sin precedentes, mientras se continúan produciendo todas las otras vacunas importantes que salvan vidas que ya están en uso. Como paso final, las vacunas se distribuirán a través de un complejo proceso logístico, con una rigurosa gestión de stock y control de temperatura", detalla la OMS.
No se puede confiar en la vacuna toda la lucha contra el virus
Con todo, como numerosos expertos alerta, la OMS señala que no se puede confiar en la vacuna todo el peso del combate contra el coronavirus: es crucial, insisten, que se sigan las medidas de prevención, que se garanticen las pruebas de detección del coronavirus, el rastro de contactos, el distanciamiento físico y el uso de mascarillas.
"El impacto de las vacunas Covid-19 en la pandemia dependerá de varios factores. Estos incluyen factores como la eficacia de las vacunas; la rapidez con que se aprueban, fabrican y entregan; y cuántas personas se vacunan", apunta la OMS, que deja claro que aún ni siquiera se sabe cuántas dosis de vacuna se van a necesitar, aunque la mayoría de las que están probándose utilizan regímenes de dos dosis.