La OMS se ha puesto más apocalítica que nunca. Primero, la decir que el coronavirus es el enemigo público número uno en el mundo. "Nadie está a salvo, es lo peor a lo que nos hemos enfrentado desde los 80". La OMS va a analizar ahora la posibilidad de que el virus se transmita por el aire, algo que había negado hasta la saciedad hasta que más de 200 científicos han puesto encima de la mesa lo contrario. Ocurre después del error con los asintomáticos. Y no son los primeros.
El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha avisado de que la transmisión del nuevo coronavirus se está acelerando en el mundo y de que todavía "no se ha alcanzado" el pico de la pandemia. La OMS ha puesto el ejemplo de Bolsonaro para concienciar de que el coronavirus puede atacar al cualquiera y ha reconocido que no se había visto un nivel de contagio tan veloz como la de este virus, que no para de aumentar.
Tedros ha informado de que ya se han registrado 11,4 millones de casos de Covid-19 y más de 535.000 personas han fallecido por esta causa. "El mundo tardó 12 semanas en llegar a los 400.000 casos y durante el fin de semana se han registrado más de 400.000 casos en todo el mundo", ha alertado.
En este sentido, el director general de la OMS ha comentado que, si bien parece que se ha estabilizado el número de muertes a nivel global, algunos países han logrado un progreso "significativo" en la reducción de la mortalidad y otros la están aumentando.
"Donde ha habido progreso, los países han implementado acciones específicas para los grupos más vulnerables, por ejemplo, aquellas personas que viven en centros de atención a largo plazo", ha recalcado Tedros.
Asimismo, y respecto a la controversia que existe sobre el origen del nuevo coronavirus, el director general de la OMS ha informado de que expertos del organismo de Naciones Unidas van a viajar a China en el próximo vuelo disponible para identificar la fuente zoonótica del Covid-19 y determinar la forma en la que la enfermedad saltó de un animal a otro. Ya hay investigadores que consideran que el virus pudo estar latente más tiempo y esperar su oportunidad.
Por otra parte, Tedros ha anunciado un acuerdo alcanzado entre la OMS y Facebook para proporcionar información sobre el nuevo coronavirus a través de los dispositivos móviles y sin consumo de datos. Además, ha agradecido a Google su "continuo apoyo y dedicación" para mantener a la sociedad informada de forma "segura".
Por otra parte, el director general de la OMS ha mostrado su "preocupación" por el impacto que está teniendo la pandemia del Covid-19 en la respuesta global al VIH, ya que se ha observado que el acceso a los medicamentos contra el sida se ha reducido "significativamente" durante la pandemia.
"73 países han informado de que corren el riesgo de quedarse sin existencias de medicamentos antirretrovirales. Para mitigar el impacto de la pandemia en el acceso al tratamiento del VIH , la OMS recomienda que todos los países los receten por períodos más largos", ha enfatizado. Finalmente, ha pedido unidad nacional y solidaridad global a todos los países, avisando de que es el "único camino" para salir de la pandemia del nuevo coronavirus.
Lo peor está por llegar. Lo repite una y otra vez la OMS. Estados Unidos, que parecía ir doblegando lentamente la curva de contagios durante el mes de mayo y principios de junio (de 32 000 casos diarios a principios de mayo a 21 000 a primeros de junio), experimentó un nuevo y rápido repunte en junio y supera los 45 000 casos diarios en los últimos días. No sorprende que Estados Unidos y Brasil, dos países con emblemáticas presidencias “negacionistas” que representan el 7 % de la población mundial, hayan aportado el 36 % de todos los casos confirmados y el 39 % de los fallecidos del planeta. Y ahora, Bolsonaro, el hombre que dijo que era una gripecilla, contagiado. Como Boris Johnson, que solo se tomó en serio la pandemia cuando la sufrió él. Y Africa asusta. Porque centrarse en el coronavirus hará olvidar otras enfermedades.
Europa también mira con recelo el próximo invierno. Pese a que –con alguna excepción– los países europeos han controlado la primera oleada, los servicios sanitarios continúan en constante tensión por los sucesivos brotes locales, algunos de gran magnitud. Si tendrán capacidad para contener una segunda oleada sin necesidad de recurrir a los confinamientos generalizados es otra gran incógnita. Tal vez, la OMS quiera ahora mentalizarnos en que no tomarnos en serio la pandemia otra vez, nos puede salir caro.