La tentación de volver a abrir la mano en Semana Santa sigue latente tras los fracasos del verano y la Navidad. El miedo a que la justicia de luz verde a indemnizaciones a la hostelería y la crisis económica pueden provocar que volvamos a cometer los mismos fallos. Rafael Bengoa, exdirector de sistemas de Salud de la OMS ya ha dejado claro que como intentemos salvar la hostelería vamos a cometer un error y más con los datos que tenemos. "No hay ningún país en el mundo con nuestros datos que desescale". Tampoco, es cierto, que haya un país con más bares que España.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió este jueves contra una reapertura precipitada de la sociedad pese a la caída del contagio en Europa y señaló que la transmisión sigue siendo alta, mencionando expresamente el caso de España. "Reducciones relativas no significa que las tasas de transmisión sean bajas. En España vemos una caída relativa muy significativa, pero las tasas de transmisión se mantienen muy altas", dijo en rueda de prensa la responsable de Emergencias, Catherine Smallwood.
Smallwood recordó que los riesgos de levantar restricciones antes de tiempo quedaron "claros" después de las vacaciones de verano, que se tradujeron en un resurgimiento elevado de los casos en otoño.
"Una y otra vez hemos visto países que reabren demasiado rápido y pierden beneficios ganados duramente. Las decisiones de levantar medidas de salud pública y sociales deben estar sustentadas en datos, basadas en análisis epidemiológicos y en la capacidad del sistema de salud", afirmó Kluge.
La responsable de emergencias de la OMS, Catherine Smallwood, se refirió expresamente a España como ejemplo de un país donde ha habido una caída del contagio, pero continúa siendo alto, lo que debería ser motivo para no levantar restricciones. "Reducciones relativas no significan que las tasas de transmisión sean bajas. En España vemos una caída relativa muy significativa, pero las tasas de transmisión se mantienen muy altas", dijo Smalwwod.
La experta de la OMS resaltó que el Sars-CoV2 se beneficia de cualquier oportunidad que tenga para transmitirse y que cada vez que se levanta un restricción, cambia el equilibrio a su favor. Durante la comparecencia, la OMS-Europa, con sede en Copenhague, informó de que 35 países de la región han ampliado la secuenciación genética del virus, determinante para identificar las nuevas mutaciones, y que en 17 naciones se ha detectado la variante sudafricana, más contagiosa, aunque sin amplia transmisión comunitaria.
El número de dosis de la vacuna suministradas excede ya al de casos (41 millones por 36 millones), pero la OMS advirtió no obstante de que 29 de los 37 países que han iniciado la vacunación han puesto ya las dos dosis a 7,4 millones de personas, lo que equivale solo al 1,5 % de su población total.
"Las vacunas ofrecen una vía para salir más rápido de esta pandemia, pero solo si aseguramos que todos los países, independientemente de su nivel de ingresos, tengan acceso a ellos", dijo Kluge, instando a un esfuerzo conjunto para aumentar y acelerar la producción.
En esa línea la OMS presentó un acuerdo con la Unión Europea (UE) con el fin de destinar 40 millones de euros los próximos tres años para impulsar la vacunación contra el coronavirus en seis países de Europa del Este: Armenia, Azerbaiyán, Bielorrusia, Georgia, Moldavia y Ucrania. Se trata de la mayor colaboración en la región europea realizada hasta ahora, según la OMS, que se encargará de implementar un plan financiado por la UE.
El plan cubrirá todas las fases de la vacunación y servirá también como inversión para reforzar los sistemas de inmunización en esos países, además de complementar el trabajo de otras iniciativas como la Covax, la plataforma mundial de investigación de vacunas.
El proyecto permitirá que los países beneficiados estén "bien preparados, sus sistemas de inmunización en su sitio y el personal entrenado para proporcionar las vacunas a quienes lo necesiten", señaló el director de OMS-Europa, Hans Kluge. "Todos tenemos la responsabilidad de que ningún país se quede atrás en este complejo proceso", afirmó Kluge, quien sostuvo que el acceso "injusto" a las vacunas puede ser contraproducente, ya que cuanto más persista el virus, mayor será el riesgo de mutaciones peligrosas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha pedido también aumentar los esfuerzos para reducir la transmisión del coronavirus y evitar así que las nuevas mutaciones puedan afectar a la eficacia de las vacunas. "A menos que detengamos la transmisión ahora, los esperados beneficios de las vacunas para controlar esta pandemia podrían no ser evidentes", señaló en rueda de prensa el director de OMS-Europa, Hans Kluge.
Las vacunas son "esenciales" pero no suficientes para controlar de momento la pandemia, son solo una herramienta más, resaltó el máximo responsable de la OMS en Europa, que considera importante mantener una cartera variada de vacunas para diversos contextos. La incidencia de nuevos casos se ha reducido en Europa por cuarta semana consecutiva y las muertes por segunda semana, mientras los ingresos hospitalarios han disminuido también, pero la OMS insistió en que los números siguen siendo "demasiado altos" y que la gran mayoría de países son todavía "vulnerables".
La OMS citó como ejemplo que, hace dos días, 40 países europeos registraron 3.610 muertes por coronavirus en 24 horas y que ayer la incidencia de nuevos casos en las últimas dos semanas era superior a 400 por cada 100.000 habitantes en 17 países. De ahí que insista en que se trata de un momento "crítico" y advierta contra la "delgada línea" entre la vacuna y una falsa sensación de seguridad, llamando a la prudencia a la hora de relajar las restricciones que han sido introducidas.