Los datos acerca de cómo se ven los adolescentes no son buenos. En Barcelona, el 60% no están satisfechos con su cuerpo, según un estudio de la Agencia de Salud Pública de la Ciudad Condal. La historia de Olatz Rodríguez es la prueba de que tras los porcentajes hay historias difíciles, influidas por el concepto de belleza imperante en la sociedad. A los 14 años empezó con la anorexia nerviosa. Algo más de tres años después sigue en tratamiento: "Empecé a comer pasta hace un mes".

Alrededor de 300.000 adolescentes padecen algún trastorno de la conducta alimentaria. Olatz es una de ellas. Empezó con la anorexia nerviosa a los 14 años. Ahora tiene 17 y sigue avanzando con esperanza en su recuperación. "Ahora como pan, ciertos alimentos que antes no me imaginaba poder volver a comer sin sentir culpabilidad", prosigue.

A sus 15 años, este trastorno la dejó en 35 kilos, al borde de la muerte. "Tenía niveles de peso muy alarmantes. Quería seguir con esa enfermedad porque quería continuar teniendo la satisfacción que me daba restringirme la comida, a pesar de que me estaba haciendo mucho daño", explica para concienciar al resto de adolescentes.

Ella llama a la anorexia "el monstruo". Relata que se alimentaba de la exigencia extrema a la que estaba sometida por el deporte de élite. Era gimnasta y no disfrutaba de lo que hacía: "Me veía en el podio y me sentía muy mal". Llegó a ser finalista en el Campeonato Europeo, pero finalmente abandonó el tapiz por la inaguantable presión.

Ahora ve aquellos momentos desde otra perspectiva. En su recién lanzado libro 'Vivir del aire' cuenta su testimonio. A través de sus páginas confiesa que cuando llegó al hospital no era capaz de andar por su propio pie. En ese momento supo que algo no estaba bien, quedó ingresada. A través de su obra y las redes sociales quiere ayudar a otros jóvenes que sufren un TCA para hacerles ver que "llega un día en que vuelves a estar bien".

La anorexia nerviosa es un TCA que afecta principalmente a los adolescentes de 12 a 18 años, según indica el Ministerio de Sanidad. Se traduce en querer mantener un peso extremadamente bajo para su edad y talla. Para lograrlo, las personas que la sufren hacen dietas extremas e incluso dejan de comer. Tienen pánico a subir de peso y ver su imagen distorsionada, que está acompañado de un aislamiento social.

La anorexia nerviosa tiene consecuencias muy graves para la salud física, aparte de la mental. La falta de alimentos puede provocar: anemia, insuficiencia cardíaca, pérdida de masa muscular, osteoporosis, insuficiencia renal, ausencia de la menstruación en mujeres y disminución de testosterona en hombres. En los casos más graves puede llegar a la muerte.

En cuanto a la parte de salud mental, los pacientes con anorexia también suelen tener trastornos de: depresión, ansiedad, personalidad y obsesivo compulsivos, entre otros. Igualmente, tienen mayor riesgo de autolesionarse o cometer intentos de suicidio.