La OCU advierte sobre el consumo del hongo reishi como 'superalimento' de moda: "No es inocuo"

  • La OCU ha advertido que el hongo reishi puede interactuar con medicamentos para la tensión y diabetes

  • También puede producir náuseas, vómitos y mareos

  • La cultura popular le achaca propiedades milagrosas contra los tumores

El hongo reishi se ha puesto de moda entre una parte de la población en los últimos meses. Algunos le atribuyen propiedades milagrosas que van desde las anticancerígenas hasta la mejora del sistema inmunológico. Sin embargo, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha advertido que "no es inocuo".

Está presente en multitud de productos homeopáticos y supuestamente dietéticos a la venta al público. Van desde el hongo secado hasta en polvo, ya sea en cápsulas o en batidos de sabores, infusiones e incluso yogures. También está la versión en cápsulas.

Entre las cualidades que se atribuyen en la cultura popular a este hongo está la de prevenir tumores y hacer frente a infecciones víricas. Igualmente, se le confiere un efecto antioxidante en beneficio del sistema inmunológico y del circulatorio. Otro de los mitos es que incrementa la efectividad de las células T, encargadas de hacer frente a contagios y a posibles tumores.

No obstante, la 'Natural Medicines Comprehensive Database', base de datos de medicamentos con origen natural, lo califica de "posiblemente ineficaz" para disminuir: colesterol, diabetes e hipertensión. De la misma manera, indica que "no hay suficiente evidencia" para medir su efecto en pacientes con Alzheimer.

Consecuencias negativas para la salud del reishi

El reishi puede causar varios efectos secundarios tras su consumo, tal y como señala la OCU. Algunos de los mismos son: mareo, náusea, vómito, sarpullido, malestar estomacal, sequedad de boca y picazón. La organización remarca que en dosis altas puede aumentar el riesgo de hemorragia, por lo que se recomienda no consumirlo en dos semanas antes de una operación.

El hongo puede interaccionar con determinados medicamentos. En los enfocados a la diabetes puede reducir en exceso los niveles de azúcar en sangre, lo que puede derivar en un coma. Respecto con los antihipertensivos puede bajar demasiado la presión arterial, que en casos graves acaba en desmayo y caída del pulso. Con los anticoagulantes, puede retardar la coagulación sanguínea y por consiguiente aumentar el riesgo de hemorragias.

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