El perfil de los pacientes que ingresan en las UCI de los hospitales españoles cambia: Son más jóvenes porque los mayores están vacunados y las nuevas cepas de la covid provocan una evolución más rápida. Los infectados acuden a la consulta por la mañana y a las pocas horas están en las ucis.
La advertencia llega del presidente de la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (SeMicyuc), Ricard Ferrer, que explica cómo las nuevas variantes están influyendo en la gravedad de los pacientes. Este experto subraya especialmente a los más jóvenes, pacientes entre los 40 y 50 años que llegan con un cuadro clínico "muy agudo" de la enfermedad.
Ferrer argumenta que antes "los pacientes iban primero a sala, unos mejoraban y otros iban a la UCI". El predominio de las variantes, muy contagiosas y de curso rápido, en especial la británica ha cambiado drásticamente ese cuadro evolutivo.
Este médico intensivista y jefe de la UCI del hospital Vall d'Hebron (Barcelona) rechaza hacer predicciones pero asegura que "la lógica indica que con más vacunas y menos restricciones", en las próximas semanas la población en las Unidades de Cuidados Intensivos será más joven, porque será la no inmunizada.
En estos momentos, la media de edad está en 62 años pero en unas semanas esta media bajará y el grupo dominante estará en los 40 y 50 años. Sin embargo, a los intensivistas también les preocupan los menores de 35 años, que, aunque no son muchos los ingresados en UCI en este momento, coinciden en un patrón de obesidad.
A ese grupo se suman las embarazadas que se contagian de covid en un estado avanzado de la gestación y que tienen que ingresar para recibir una vigilancia estrecha ya que la respiración está muy dificultada por lo que necesita cuidados de monitorización del feto.
Pese a esta evolución a un perfil más joven, la mortalidad en las UCI sigue estable y se mantiene en torno al 20%. Ferrer subraya que "es muy difícil que la mortalidad baje mucho más" dado que se trata de una unidad en la que quienes ingresan están en riesgo de fallecimiento: "No hay mortalidad cero".
Los pacientes jóvenes tienen mejor pronóstico y más reserva funcional, aunque eso no se ha visto reflejado en la tasa de fallecimientos, porque, según Ferrer, "aún tenemos una mezcla de edades en las UCI".
Además de las variantes de la covid, los intensivistas constatan mucha transmisión "social", porque "cuando se salta a la informalidad en el ambiente y no hay protocolos súper restrictivos, ni buena ventilación, ni gente espaciada con mascarillas" y esto favorece la contagiabilidad del virus.
La saturación en las UCI por este incremento de contagios "progresivo y contenido" revierte en una "situación generalizada de parón quirúrgico", explica. Pese a esto, Ferrer precisa que "no estamos en una cuarta ola. Decir eso sería exagerado" y apunta que el aplazamiento de las intervenciones sigue un patrón "heterogéneo e irregular", según centros hospitalarios y comunidades autónomas.
Para contener la trasmisión, Ferrer apela a mantener las restricciones y considera que si finalmente el 9 de mayo termina el estado de alarma, tendrá que haber alternativas que, en el caso de los hospitales, permitan hacer contrataciones adicionales como las de personal jubilado o contratos específicos, sólo posibles en una situación excepcional. Por tanto, Ferrer confía en que si decae el estado de alarma se apruebe algún real decreto que mantenga las actuales facilidades en la contratación.