Un nuevo estudio publicado por el instituto Fair Health, en Estados Unidos, señala que el 23,2% de los enfermos de coronavirus, tras superar la enfermedad, han sufrido secuelas que han requerido la revisión médica que no presentaban antes de haberse contagiado.
La investigación, que es la más grande realizada hasta la fecha para estudiar los efectos a largo plazo del covid, indica también que uno de cada dos hospitalizados registra nuevos síntomas o ha desarrollado patologías nuevas.
Fair Health analizó los datos de 1.96 millones de personas que padecieron el covid entre febrero y diciembre de 2020. Algunos problemas de salud que han sufrido muchos de ellos eran síntomas intestinales, migrañas, problemas de piel, anomalías cardíacas, trastornos del sueño y trastornos mentales.
Así, algunos pacientes, tras la infección por el covid, han sido diagnosticados con diabetes, insuficiencia renal o problemas de tiroides, unas afecciones que antes de la enfermedad no tenían.
Otros problemas nuevos para los pacientes fueron el colesterol alto, diagnosticado en el 3 por ciento de los participantes, la dificultad para respirar, en el 3,5%, y la hipertensión, diagnosticada en el 2,4 por ciento de los casos, según el informe.
El estudio también señala un aumento de las consultas por problemas de corazón como taquicardias o miocarditis. Además, en el 3,5% de los casos, los pacientes registraban dificultad para respirar.
Según un estudio publicado en el 'European Heart Journal - Quality of Care and Clinical Outcomes', en los pacientes hospitalizados con covid se produjeron las siguientes complicaciones cardiovasculares: tromboembolismo venoso (25% de los pacientes), embolia pulmonar (19%), arritmias (18%), lesión miocárdica (10%), angina de pecho (10%), trombosis venosa profunda (7%), infarto de miocardio (4%) e insuficiencia cardíaca aguda (2%).
El más de un año transcurrido desde el coronavirus ha dejado un consumo de psicofármacos disparado por la fatiga pandémica que ha incrementado el estrés, la ansiedad o las alteraciones del sueño, y que, según los expertos, van a ir a más debido a la resistencia a pedir ayuda ante esos trastornos mentales y a que son problemas que tardan en aparecer.
En el estudio de Fair Health, casi la mitad de los afectados ha sufrido un aumento de cuadros de depresión y ansiedad, especialmente en las mujeres.
El psicólogo clínico Rafael Santandreu confirma a EFE que constata que las enfermedades mentales serias han aumentado en los últimos años pero con la pandemia "el que está mal se ha puesto peor y los que estaban bien, debutan en el malestar emocional".
En España, dice, el 12 por ciento de la población toma ansiolíticos y esos fármacos son muy adictivos. Hay personas que toman hasta 15 pastillas al día, que cada vez les hacen menos efecto por lo que aumentan las dosis con el riesgo que ello supone.
En España se estima que podrían sufrir covid persistente y hasta 25 millones en el mundo, por este motivo es "imprescindible" que las personas que tienen síntomas que perduran en el tiempo más de 4 o incluso 12 semanas "consulten con el profesional de referencia", explica Guadalupe Fontán, enfermera del Consejo General de Enfermería (CGE).
Asimismo, afirma que las enfermeras deben estar "muy atentas" a este tipo de patologías para que no pasen desapercibidos. "Hay que valorar para que no haya un infradiagnóstico de este síndrome o que se enmascaren otro tipo de enfermedades o patologías pensando que todo se achaca al covid", añade.
Además, aquellos que han estado ingresados en la UCI, por el mero hecho de sobrevivir a esta experiencia, pueden ser más propensos a sufrir problemas como el síndrome de estrés postraumático, depresión o ansiedad. Para las enfermeras, cuidar de la salud mental de estos pacientes es una pieza clave para mejorar su calidad de vida. "Hay otras necesidades de salud que se pueden ver afectadas en estos momentos como es la incorporación al trabajo, el estrés que puede suponer, trastornos del sueño... Las enfermeras debemos estar muy atentas a ese tipo de situaciones para poder prevenirlas o tratarlas en el caso de que ya se hayan producido", apunta Fontán.