Se ha descubierto una nueva proteína que podría tener un gran papel para combatir la obesidad y las enfermedades metabólicas. Esto se debe a que esta proteína es abundante en grasa, por lo que sin ella el cuerpo lucharía por controlar la glucosa y la insulina, según han apuntado investigadores de Scripps Research Institute en La Jolla (EEUU).
Los científicos creen que han abierto una nueva puerta a los conocimientos críticos sobre la obesidad y el metabolismo. Este estudio ha sido publicado en la revista ‘Nature’. La proteína de señalización, conocida como PGRMC2, no había sido ampliamente estudiada en el pasado, aunque se había detectado en el útero, el hígado y varias áreas del cuerpo. El laboratorio dirigido por Enrique Saez, vio que era más abundante en tejido graso, particularmente en grasa marrón, que convierte los alimentos en calor para mantener la temperatura corporal, y se interesó en su función allí.
Ahora el equipo ha descubierto que se une y libera una molécula esencial llamada hemo. Asimismo, la molécula que contiene hierro viaja dentro de las células para permitir procesos vitales cruciales como la respiración celular, la proliferación celular, la muerte celular y los ritmos circadianos.
Utilizando técnicas bioquímicas y ensayos avanzados en células, Saez y su equipo descubrieron que PGRMC2 es una "chaperona" de hemo, que encapsula la molécula y la transporta desde las mitocondrias de la célula, donde se crea el hemo, hasta el núcleo, donde ayuda a llevar a cabo importantes funciones Sin una chaperona protectora, el hemo reaccionaría con, y destruiría, todo a su paso. "La importancia de Heme para muchos procesos celulares se conoce desde hace mucho tiempo. Pero también sabíamos que el hemo es tóxico para los materiales celulares que lo rodean y necesitaría algún tipo de vía de desplazamiento”, ha explicado Saez.
A través de estudios con ratones, los científicos establecieron PGRMC2 como la primera chaperona de hemo intracelular que se describe en mamíferos. Sin embargo, no se detuvieron allí; intentaron averiguar qué sucede en el cuerpo si esta proteína no existe para transportar el hemo.
Y así es como hicieron su siguiente descubrimiento, que fue que sin PGRMC2 presente en sus tejidos grasos, los ratones alimentados con una dieta alta en grasas se volvieron intolerantes a la glucosa e insensibles a la insulina, síntomas característicos de la diabetes y otras enfermedades metabólicas. Por el contrario, los ratones obesos diabéticos que fueron tratados con un medicamento para activar la función PGRMC2 mostraron una mejora sustancial de los síntomas asociados con la diabetes. El equipo también evaluó cómo la proteína cambia otras funciones de la grasa marrón y blanca, "El primer hallazgo sorpresa fue que la grasa marrón parecía blanca", ha señalado el autor principal del estudio, Andrea Galmozzi.
Saez cree que es posible que activar la chaperona hemo en otros órganos, incluido el hígado, donde se produce una gran cantidad de hemo, podría ayudar a mitigar los efectos de otros trastornos metabólicos como la esteato hepatitis no alcohólica (NASH), que es una causa principal de trasplante de hígado en la actualidad.