Llega el momento de sacar el nórdico: cinco consejos tras tenerlo todo el verano en el armario

El comienzo de semana está siendo realmente estable y apacible, de hecho, se espera que sea así hasta últimos de la semana. El sol y las temperaturas veraniegas son la tónica hasta el fin de semana, cuando sentimos decirte que si eres de los que les encanta este ‘tiempazo’, volverán las precipitaciones y el desplome de las temperaturas, especialmente notorio el domingo en todo el país, hasta 10ºC de día para otro.

Con este panorama deberías ir pensando en sacar el nórdico del armario, ya que si las noches y las primeras horas del día están siendo especialmente, de cara al fin de semana será mucho peor. Seguro que no te sobra en la cama.

Antes de colocarlo, desde 'El Tiempo Hoy' queremos darte cinco consejos que te ayuden a elegir cuál necesitas

A pesar de ser un verano especialmente fresco, seguro que no lo ha sido tanto como para que sacases el nórdico, por eso, seguro que tienes desenfundarlo y lavarlo, ya que puede contener ácaros.

La cama, sabanas, colchas, nórdicos, son uno de sus los lugares preferidos, pero como buena noticia: el nórdico, por su tipo de tejido de algodón, es mucho menos atractivo para ellos que otros tejidos naturales.

Antes de meterlo en la lavadora, primero, puede que no te entre en tu lavadora, por lo que necesitaras llevarlo a un lavandería industrial (seguro que hay en tu barrio), y segundo, si su contenido es natural (plumón o pluma) necesita ser lavado con cuidado, por lo que la mejor opción es acudir a una tintorería.

Es muy importante dejar que seque correctamente para evitar que huela y el relleno se conserve perfectamente cada año. Si has elegido lavarlo en casa, es fundamental que se seque al aire libre, aunque eso, evitando que le dé el sol, ya que puede comerse el color y crear manchas amarillentas.

Existen varios tipos. El que mejor transpira es el de plumón, aunque también de plumas y sintéticos. Este material, hasta el momento, es el mejor aislante natural y transpirable. Además, evitan la pérdida del calor y absorben bien la humedad.

Una vez que ya esté limpio y lo hayas usado, según los fabricantes, es importante que se lave cada una o dos semanas al igual que se hace con las sábanas. No se recomienda que pase más tiempo. Si no tiene una buena transpiración es necesario que se haga cada pocos días.

Colocarlo fácilmente

Existe un truco infalible para colocarlo en dos minutos. Consiste en colocar la funda al revés, estirarla y después poner el edredón por encima. A continuación se van enrollando las dos cosas conjuntamente y, una vez ver acabado, se vuelve a dar la vuelta a la funda ¡Listo!

Además, si eres de esos perezosos que en los días otoñales querrían salir a la calle con el nórdico puesto, ya hay firma de moda que apuestan por ello.