La Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) se suma al debate sobre cómo actualizar y fortalecer la legislación antitabaco que prepara el Ministerio de Sanidad y ha señalado a la ministra, Carolina Darias, cinco "medidas irrenunciables" para reducir el consumo de tabaco.
La primera de ellas es subir el precio del tabaco, que no solo debe afectar a los cigarrillos y los puros, sino a El tabaco se cobra cada año en España unas 60.000 muertes, ya sea a través de los cigarrillos convencionales, los puros, el tabaco de liar, los cigarrillos electrónicos o los de vapor, entre otras formas. Por este motivo, en el debate se ha considerado necesario que la futura legislación tenga en cuenta todos estos formatos.
Sanidad pretende prohibir fumar, no solo en el interior de los locales como se había logrado hasta la fecha, sino también en cualquier terraza de bar, en estadios de deportivos, playas, parques y plazas de toros. Reclama también castigos, un "sistema punitivo", para quien no cumpla.
Los neumólogos españoles quieren que el país siga el camino de Australia y Nueva Zelanda con "tasas de tabaquismo muy bajas" y para ello consideran necesario desincentivar el consumo por la vía de la estética. Esto se haría mediante la "instauración de un empaquetado genérico", de manera que no se diferencie entre marcas, logos e imágenes de cada una de ellas. Este mecanismo, dice SEPAR en un comunicado este jueves, "se ha traducido en menos ventas y menor tasas de tabaquismo en los países que lo han implantado".
La última medida "irrenunciable" en la nueva regulación contra el tabaquismo que prepara Sanidad consiste en "regular la venta, el consumo y la publicidad de los cigarrillos electrónicos y de los dispositivos que calientan pero no queman tabaco", que debería ser igual de estricta a la que tienen los cigarrillos convencionales. Finalmente, los neumólogos piden a Sanidad que aumente la asistencia sanitaria a los fumadores para que dejen el consumo, mediante la creación de unidades de tabaquismo en todo el sistema sanitario y la financiación de los tratamientos para dejar de fumar.
Con estas reformas, la SEPAR espera reducir el nuevo repunte del consumo de tabaco de 2017, de un 34% más, después de la caída que se experimentó tras la última regulación del tabaco, la que prohibió fumar en los locales públicos cerrados.