Una persona, la sexta, ha fallecido en relación al brote detectado en un portal del barrio de Santutxu de Bilbao, donde se han contagiado de covid-19 una treintena de personas, según ha informado la consejera de Salud del Gobierno Vasco, Gotzone Sagardui.
En una entrevista en Radio Vitoria, Sagardui ha indicado que "no parece" que ese brote se deba a la cepa británica y que, al conocer los primeros contagios, Osakidetza decidió hacer un cribado a toda la comunidad de vecinos y ha mantenido la vigilancia al respecto.
En apenas dos semanas se ha desatado el brote de covid que ha dejado seis fallecidos y 33 positivos en total, sumados los residentes y sus contactos cercanos, según danto el Departamento de Salud del Gobierno vasco, que cree que los contagios se extendieron probablemente a través de los dos ascensores del edificio de 16 plantas.
La primera persona falleció el día 21 de enero, una vecina de la novena planta de 85 años, pero no fue hasta el día 23 que se tomó conciencia del riesgo que corrían cuando murió la segunda persona, el hijo de la primera fallecida, de apenas 50 años. Sin embargo, hasta el día 27 no se procedió a la desinfección, a cargo de una firma especializada que procedió a la limpieza de las zonas comunes del edificio, todo a cargo de los vecinos.
El Gobierno vasco intervino por primera vez el día 25, con el cribado para buscar contagios de los vecinos y contactos cercanos.
“Al principio era respeto, y ahora empieza a ser miedo también”, cuentan los vecinos de la zona al ver la evolución del brote. El caso les sobrecoge y todas las miradas están puestas en los ascensores como posible origen del foco de covid. Concretamente, el bloque de 16 plantas y 64 viviendas tiene dos ascensores. Ahora, vecinos como María, de la sexta planta, extreman la precaución al utilizarlo.
Ángel, otro residente del bloque, de 73 años, lamenta hoy la situación: “Se ha muerto otro. Hoy una más. Ha fallecido uno. Digo, ¿esto qué es?”. Es la pregunta que se hacen todos.
Él estuvo ingresado y hoy acaba su cuarentena: “Estoy agotado. Acabo de salir en este momento. Mi mujer está en el hospital con neumonía”, cuenta a las cámaras de Informativos Telecinco.
Mientras, Emilio, quien vive en la planta 12, se ha visto obligado a salir de casa para poner rumbo al hospital: “Hoy vuelvo a tener bastante fiebre”, ha explicado.
El miedo se apodera ahora de los vecinos, mientras desde el bloque de enfrente miran también con máxima preocupación.
Este lunes, durante su comparecencia, el propio director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, ha sido preguntado por este caso, ante el cual ha llamado a mantener la precaución y seguir las normas que se han dado desde el principio:
“El edificio de Bilbao no es el primero que ha tenido una situación similar en España. Ya hubo otro edificio con una situación parecida en Cantabria. Siempre que surgen edificios como estos, aquí y en otros países, relacionados con la transmisión de coronavirus, y en concreto con el SARS-CoV-2, todos los técnicos volvemos la vista a un episodio muy llamativo que sucedió con el SARS-CoV-1 en el año 2003 en Hong Kong. Era un complejo residencial con ocho torres de residencias que se llamaba Amoy Gardens, en el que hubo una transmisión muy importante; hubo un evento superdiseminador que generó alrededor de un único caso unos 375 casos. Se hicieron muchos estudios para saber cómo se pudo producir aquello, y no se llegó a identificar. Surgieron hipótesis como las zonas comunes, los ascensores… Surgieron hipótesis como la diseminación del virus a través de los aires acondicionados, de las cañerías de las cisternas de los inodoros… Hubo un montón de hipótesis, y lo cierto es que aunque algunas tenían una mayor plausibilidad, no se pudo demostrar nada en ninguna de ellas. Ahora mismo tenemos este edificio en Bilbao. Conocemos otro que pasó algo parecido hace unos meses en otra comunidad autónoma, y probablemente habrá habido más que no se han podido identificar. Quizás en el periodo de máxima trasmisión, en la primera ola, entre marzo y abril, o quizás en periodos intermedios donde no se ha podido identificar como un problema de un edificio sino que se consideró más un problema del barrio, del área, del distrito o municipio”, ha explicado Simón, antes de continuar:
“El que las zonas comunes puedan estar contaminados es algo que todos lo sabemos. Ha habido brotes en otros ámbitos que ese han transmitido por esa razón. Llevamos hablando del lavado de manos, de la limpieza de superficies desde el principio de la pandemia. Llevamos hablando de la probabilidad de transmisión por aerosoles desde el principio de la pandemia, pero con más insistencia en otros periodos, y desde luego llevamos hablando de los riesgos múltiples, es decir, que una persona se expone a múltiples riesgos durante su vida diaria… y por lo tanto es difícil de garantizar, si no hay un estudio muy concreto, y aun así tampoco es fácil llegar a una seguridad de cuál es la razón concreta que genera el brote. Me consta que se están haciendo estudios, se van a hacer las valoraciones que mejor se puedan para investigar este brote, pero desde luego certezas no estoy seguro de que se vayan a conseguir. Si las conseguimos sería perfecto. Mientras tanto, lo que tenemos que hacer es mantener las medidas de prevención que todos conocemos: mantener las distancias, lavado frecuente de manos, limpieza de todas las superficies… y cuando no se pueden mantener todas estas medidas, uso de la mascarilla y, si por alguna razón las superficies están supuestamente muy contaminadas, incluso el uso de guantes. Con mucho cuidado: el uso de guantes no es fácil y puede generar más problema de los que soluciona. Desde luego lo que estamos aprendiendo es que todo lo que sabemos desde hace ya muchos meses puede pasar y en algún momento determinado se identifica que puede pasar, como puede ser este edificio. No creo que tengamos que pensar que esto cambia ningún paradigma relacionado con esta pandemia. Más bien confirma lo que ya todos sabemos: que tenemos que ser prudentes todos en todos los ámbitos”.