Ya han pasado seis meses desde que el coronavirus empezó a expandirse por todo el mundo y los estudios de los laboratorios comienzan a dar sus resultados. Al estar ante un virus nuevo, que no se comporta exactamente como su predecesor, el SARS-1, y cuyo alto de nivel de pacientes asintomáticos le hace invisible y peligroso, la necesidad de saber si genera inmunidad es cada vez más urgente.
Ahora, un doble estudio de Boston ha demostrado dos cosas: que los macacos con los que están investigando han desarrollado inmunidad protectora y que su reacción frente a las vacunas que les están suministrando está dando una “información prometedora”, según informan los propios investigadores.
En el primer estudio, nueve primates fueron infectados con el coronavirus SARS- COV-2; el mismo que ha provocado ya la muerte de 325.000 personas a nivel planetario. Tras muchas dudas, ya se van conociendo sus efectos en el ser humano, sobre todo en los pacientes graves que presentan la temida “tormenta de citoquinas” que provoca una exagerada reacción tanto del sistema respiratorio como del circulatorio.
No ha sido exactamente así en estos nueve monos, que han superado la enfermedad presentando menos tejidos afectados. Pero, una vez superada, se les inyectó de nuevo el virus pasados 35 días y sí presentaron inmunidad protectora, pues o no presentaron síntomas o estos fueron de una notable levedad. Esto coincidiría con un informe de científicos de Corea del Norte en el que se advertía de que los falsos reinfectados que se registraron en el país, apenas presentaban niveles infecciosos.
En el segundo estudio, se les inyectaron diferentes vacunas que continúan siendo experimentales, pero los primates ya presentaban anticuerpos en sangre suficientes como para "neutralizar el virus en dos semanas, a los mismos niveles en los que se han presentado en el cuerpo humano tras las pruebas serológicas. Estos datos indican que una infección con SARS-CoV-2 provocó "una inmunidad protectora" en monos, concluyen los autores de ambos estudios, que subrayan al mismo tiempo las "diferencias importantes" en el contagio al coronavirus en estos animales y en humanos.