¿Por qué llevo tres reglas en dos meses de confinamiento? Es la pregunta que muchas mujeres se hacen en redes sociales. La respuesta es fácil. “El ciclo menstrual tiene una regulación que depende de estímulos externos. El estrés es uno de los que más afecta”, explica la ginecóloga Mercedes Herrero Conde. Por eso, dice, cualquier cambio en la vida lleva asociado un estrés, también el no poder salir de casa. De ahí los retrasos, adelantos o períodos abundantes.
Si al estrés que genera esta nueva forma de vida, de confinamiento frente al coronavirus, “seamos o no conscientes de ello, le asociamos el miedo, la sensación de incertidumbre por el futuro, o el sufrimiento por la enfermedad propia, próxima o ajena, tenemos una causa más que justificada” para que las mujeres sufran “alteraciones en el ciclo menstrual”, según Herrero Conde.
Las mujeres en estas circunstancias dadas por el estado de alarma pueden sufrir todo tipos de alteraciones: retrasos, cuando no se producen ovulaciones regulares o adelantos, en mujeres que segregan menos progesterona. Los adelantos son típicos en las edades extremas del periodo fértil, es decir, adolescencia y perimenopausia, incide la ginecóloga y sexóloga de Gine4 en HM Hospitales. "En todos los casos se puede asociar a sangrados abundantes o a manchados escasos y duraderos”.
“El ciclo menstrual tiene una regulación que depende de estímulos externos. El estrés es uno de los que más afecta. Cualquier cambio en los hábitos de vida lleva asociado un estrés biológico”, señala.
Cuando se produce una alteración menstrual hay que valorar el estrés como posible causa. “Épocas de exámenes en las estudiantes, cambios laborales, enfermedad, son todas situaciones estresantes que pueden alterar el ciclo menstrual. Es fácil entenderlo si pensamos que la regulación menstrual se realiza en el cerebro. En una parte inconsciente del mismo”, explica la doctora.
Hay otras circunstancias que pueden llevar a un descontrol de ciclo menstrual. “Un ciclo regular es signo de salud. Todo lo que la amenaza, merma o modifica puede alterar la regla”, explica Herrero Conde.
La irregularidad en el período “es frecuente en trastornos endocrinos, como los tiroideos o en los cambios bruscos de peso, ganancia o pérdida. Por eso las mujeres con trastornos de la conducta alimentaria pueden tener como síntoma físico la pérdida de la regla”.
También puede haber alteraciones en la regla cuando el ejercicio físico es extenuante o si hay cambios de horarios importantes. "Tenemos una regulación del ciclo mediado por el ritmo circadiano, día y noche. Si por trabajo se cambia de turnos y horarios, se puede ver afectada la regla”, señala.
Parece una obviedad pero lo primero que hay que hacer ante la falta de regla es descartar el embarazo. “Hay que pedir ayuda si los manchados son muy abundantes o dolorosos, por el riesgo de anemia que se asocia. Sobre todo si ha habido mareos o sensación de debilidad”, explica la ginecóloga.