Muchos países están poco a poco levantando las duras medidas restrictivas que tuvieron que imponer para combatir el covid-19. En algunos casos, como España e Italia, dos de los países más afectados por la actual pandemia, se impuso el cierre total de la economía, algo que ahora se está poniendo en cuestión. La consecuencia de las reaperturas es un aumento de casos, que ya se han producido en China que hará test a todos los habitantes de Wuhan, Corea del Sur, o Alemania.
Un grupo de científicos del Instituto Weizmann de Israel propone un modelo cíclico 10-4 (10 días de cuarentena y 4 de trabajo) para evitar la destrucción de la economía Los investigadores del Instituto Weizmann desarrollaron un modelo matemático que propone que las personas trabajen en ciclos de dos semanas, con 10 días en cuarentena y 4 yendo al trabajo o a la escuela. No es al azar la idea porque se basa en el período de latencia del virus, que son tres días entre que una persona se infecta y tiene síntomas. Así, en caso de contagiarse el pico de los síntomas no los tendrá en su lugar de trabajo.
Uri Alon, profesor de Biología Computacional y de Sistemas y uno de los investigadores que desarrolló este modelo considera que es la única manera de combinar economía con salud. La idea es que en una misma casa, padres e hijos salgan los mismos días a trabajar y a la escuela.
El R0 es el número de personas a las que un individuo puede pasar un virus, mide la capacidad del virus para propagarse. Y según los modelos matemáticos desarrollados por los investigadores israelíes, la regla 10-4, que restringe la habilidad del virus de infectar a mucha gente, mantiene ese número por debajo de 1.
Los expertos consideran que "debe combinarse con otras medidas, como el uso de mascarillas, distancia física, realización de pruebas y protección de grupos de riesgo". La regla del 10-4 tiene la ventaja de que reduce el número de personas en los lugares de trabajo, en las escuelas, y también en el transporte público.
Esa es la lógica precisamente del gobierno de Austria para reabrir sus escuelas primarias a partir del lunes 18 de mayo. Los estudiantes austríacos se dividirán en dos grupos y cada uno de ellos asistirá a clase 5 días cada dos semanas, para tener menos alumnos por clase. El modelo 10-4, además, puede aplicarse a cualquier escala: una escuela, una fábrica, una ciudad, o un estado.