El acné es una parte totalmente normal del crecimiento. Los niños tienen granos por los cambios que se producen durante la pubertad, el momento en el que sus cuerpos comienzan a sufrir los cambios que los convertirán en adultos.
Cuando te salió tu primer grano probablemente tu primer impulso fue reventarlo. Incluso ese pudo ser el consejo que te dio tu padre o tu hermano mayor, pero hay mucha información incorrecta al respecto. Aclaremos algunos mitos comunes sobre el acné, recopilados por el Hospital Rady Children's de San Diego, para hacerle un gran favor a tu piel.
Algunas personas te dirán que si te revientas los granos, se notarán menos y se curarán más rápido, pero están equivocadas. Reventar o apretar los granos hace que los gérmenes penetren más profundamente en tu piel, lo que podría provocar un enrojecimiento mayor, dolor, e incluso una desagradable infección. Y si revientas los granos podrían quedarte cicatrices, que tal vez te duren toda la vida.
Si siempre te salen granos en el momento menos oportuno, por ejemplo, justo antes de una fiesta, habla con tus padres para que te lleven a tu propio médico o a un dermatólogo, que se especializa en el tratamiento del acné. El doctor te puede ayudar a controlar el acné.
Ese chocolate que comiste anoche o la porción de pizza de la semana pasada no son responsables del grano que apareció hoy en tu cara. La causa del acné no es lo que comes, pero esto no significa que puedes comer toda la comida basura que desees. Si comes muchas frutas, verduras, cereales y productos lácteos con bajo contenido graso te sentirás bien y mantendrás el resto de tu cuerpo fuerte y saludable.
¿Te preocupa que la prueba de mañana o la final del campeonato de la semana que viene llenen tu piel de granos? No te preocupes: el estrés normal de todos los días no causa acné. Si estás atravesando un período especial de estrés en tu vida (como una mudanza o el divorcio de tus padres), es factible que tu piel produzca más grasa, o sebo, pero eso no significa que tendrás más granos.
Tomar sol no mejora tu acné. Cuando pasas tiempo al aire libre y tu piel se broncea, es posible que el enrojecimiento provocado por el acné se note menos durante un tiempo breve. Pero cuando el bronceado se va, los granos siguen allí. Y exponerse al sol sin la protección adecuada puede resecar, irritar o quemar tu piel (sin mencionar que aumenta el riesgo de que desarrolles arrugas y cáncer de piel en el futuro).
Antes de salir al aire libre, protege tu piel con una pantalla solar que contenga un factor de protección (marcado como FPS en la etiqueta) de al menos 15. Utiliza una marca “no comedogénica” o “no acnegénica”, lo que significa que dado que no tapará tus poros, no empeorará tu acné. No olvides usar un sombrero y gafas de sol cuando estés al aire libre para mantener tu piel en forma.
Lavarse la cara de forma regular es una buena idea porque contribuye a retirar las células muertas, el exceso de grasa y la suciedad de la superficie de la piel. Pero lavar demasiado o frotar la piel demasiado fuerte puede secar o irritar tu piel, lo cual empeorará el acné.
¿Cuál es la mejor estrategia para cuidar la piel? Por regla general, lava suavemente tu cara no más de dos veces por día con un limpiador o jabón suave. Después de lavarla, seca delicadamente la piel con una toalla suave. No utilices exfoliantes porque es probable que irriten tus granos. Evita también los productos con alcohol porque pueden secar e irritar la piel.
La piel joven luce muy bien sin maquillaje. Pero si te gustan los cosméticos, asegúrate de elegir productos que sean “no comedogénicos” o “no acnegénicos”. Esto significa que el producto no tapará tus poros ni provocará erupciones. Algunos cosméticos incluso tienen ingredientes contra el acné como el peróxido de benzoilo y el ácido salicílico. Si tienes dudas, consulta a tus padres o a un doctor.
El dicho “menos es más” se puede aplicar a la medicación para el acné. Si utilizas demasiada medicación para terminar con tus granos, es posible que tu piel se reseque o irrite. Si compraste un producto para el acné en la farmacia local o si estás utilizando algo que te recetó un doctor, asegúrate de seguir atentamente las instrucciones.
Si los medicamentos de venta libre no te ayudan con tu problema de acné, habla con tus padres. Es posible que necesites ver a tu doctor o a un dermatólogo, quienes te recetarán otros medicamentos para ayudarte a limpiar la piel.
Tal vez transcurran hasta 8 semanas antes de que notes una mejoría. Si no la notas, habla con tu doctor y él hará los ajustes necesarios. Pero no aumentes la dosis de medicación por tu cuenta, ya que si utilizas más medicina de la que te recetaron es posible que experimentes efectos colaterales desagradables o incluso peligrosos.
Casi todos los niños y adolescentes tienen que hacer frente al acné en algún momento; pero la buena noticia es que con la información correcta y el tratamiento adecuado para el acné puedes ayudar a que tu piel tenga la mejor cara.