Alerta: los medicamentos que pueden producir sueño
Existen muchos medicamentos que pueden provocar somnolencia, incluyendo algunos antiinflamatorios y analgésicos de uso común
Lo mejor es evitar consumirlos durante el día y, en caso de ser necesario, modificar la dosis o el propio fármaco
Cada vez que ingerimos un medicamento estamos asumiendo cierta probabilidad, mayor o menor, de que éste provoque, además de los efectos esperados, determinados efectos secundarios en nuestro organismo. Uno de ellos es el sueño o somnolencia, una posible consecuencia que debemos conocer de antemano para evitar ciertas actividades que puedan resultar peligrosas: conducir, manejar maquinaria, llevar a cabo tareas que requieran cuidado y concentración... ¿Qué medicamentos pueden producir sueño?
Medicamentos que pueden producir sueño: evítalos cuando sea necesario
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Es importante (y obligatorio) que los medicamentos que provoquen sueño o somnolencia así lo indiquen en su prospecto, ya que se trata de un efecto secundario peligroso. En contra de lo que cabría pensar a simple vista, algunas medicinas comunes pueden provocar este efecto. Es el caso de algunos combinados de principios activos pensados para combatir los síntomas del resfriado u otras dolencias de este tipo. Otros, lógicamente, causan sueño porque están pensados específicamente para ello, como ocurre con los somníferos o pastillas para dormir.
Muchas veces un medicamento puede causar sueño por afectar al sistema nervioso central y, en concreto, a los neurotransmisores que controlan los estados de sueño y vigilia. El efecto puede variar en función de la dosis, del tipo de medicamento, de la hora de ingestión, de las características físicas del paciente... Ante la duda, es mejor tomar estas sustancias por la noche o cerca de la hora de descanso, y evitarlas en horario laboral o escolar.
Estos son los más importantes medicamentos que pueden producir sueño:
- Antihistamínicos. Se trata de medicamentos pensados para combatir alergias, y la somnolencia es uno de sus efectos secundarios más conocidos. Aparece porque el antihistamínico actúa contra una sustancia química producida por el sistema nervioso central, la histamina.
- Antidepresivos tricíclicos. Este tipo de antidepresivo causa somnolencia con más frecuencia que otros, y también pueden disminuir los reflejos. Dado que su consumo no puede suspenderse durante el día, conviene ser precavido. El organismo suele acostumbrarse pasado un tiempo.
- Ansiolíticos, anticonvulsivos y antiepilépticos. Este tipo de medicamentos pueden causar somnolencia o debilidad durante varias horas o días.
- Reguladores de la presión arterial. Cuando un medicamento reduce nuestra presión arterial, es posible que aparezca también sensación de sueño o mareo. Es posible ajustar la dosis para evitar este efecto.
- Medicamentos contra el cáncer. Es habitual que este tipo de fármacos pongan a prueba al organismo y lo obliguen a gastar energía extra para eliminar las células dañadas, lo que puede provocar sueño como efecto secundario.
- Medicamentos para náuseas y diarrea.Relajantes musculares. La clave de estos medicamentos es que actúan sobre el sistema nervioso, provocando una relajación general (no solo en el músculo). Por ello, pueden causar síntomas neurológicos como sedación, mareos o somnolencia.
- Analgésicos. Los analgésicos más asociados al sueño como efecto secundario son los opioides, reservados para casos graves o paliativos, donde otros analgésicos no bastan para calmar el dolor.
- Medicamentos cardiovasculares y bloqueadores del calcio. Los antagonistas del calcio disminuyen la presión arterial y tratan otras afecciones, como el dolor en el pecho y los latidos cardíacos irregulares. En el caso de los medicamentos cardiovasculares, encontramos antidiuréticos, antiarrítmicos o anticolesterolémicos.
- Medicamentos que contienen sustancias naturales relajantes (valeriana, tilo, melisa...)
- Antiinflamatorios no esteroideos. Es el caso del naproxeno, el ketorolaco o el piroxicam.
Además de evitar cualquier actividad de riesgo si notas somnolencia, es importante no consumir alcohol en combinación con uno de estos medicamentos, ya que la sensación de sueño aumentará. También debe evitarse consumir medicamentos que te mantengan despierto (la cafeína puede ayudarte), salvo indicación de un médico. En cualquier caso, conviene consultar a un profesional si notas estos efectos en tu medicación habitual: tal vez sea posible cambiar la dosis, cambiar la medicación, modificar el calendario de ingesta...