Mascarillas y su uso correcto: Cómo evitar que sea una protección inútil
En pleno debate sobre si deben ser generalizadas, su uso requiere unos pasos a seguir
No se debe tocar la parte posterior y hay que retirarla usando las gomas traseras
Es imprescindible combinarlas con un lavado de manos continuo
La mascarilla se está convirtiendo en un aliado clave para evitar la propagación del Coronavirus. A pesar de ello, la falsa percepción de seguridad que transmiten y su uso incorrecto pueden provocar el contagio. Y es que a pesar de que parezca una herramienta sencilla, la OMS advierten de que se deben seguir unos pasos para su uso.
El principal de ellos es no relajar el resto de medidas de prevención. A pesar de que proporcionan seguridad, se deben seguir manteniendo las distancias de seguridad y continuar con el lavado de manos regular. Precisamente este es el primer paso para su uso, hay que desinfectar por completo las manos. Posteriormente, se deben colocar utilizando las gomas traseras.
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Una vez puesta, ésta debe cubrir por completo nariz y boca, y evitar que haya espacios entre piel y mascarilla. Se debe evitar a toda costa tocarnos la cara con la mano, un acto reflejo que es complicado de evitar, más aún llevando un objeto al que no estamos habituados. Si lo hacemos, debemos lavarnos las manos inmediatamente.
Otro aspecto fundamental es el de evitar tocar la parte anterior de la máscara o meter las manos en su interior. Un error muy común, en el que incurrió Pedro Sánchez hace unos días. Para quitársela, se deben usar las gomas traseras y evitar que la parte delantera nos toque. Una vez retirada, deben ser desechadas en un cubo o recipiente cerrado.
Además de estos pasos, hay que tener en cuenta qué tipo de mascarilla se debe usar. La OMS recomienda a la población general el uso de la quirúrgica, que es la más simple y comúnmente de tela verde. Sin embargo, para los empleados sanitarios sí sugiere el uso de las que llevan filtro.
¿Uso generalizado o no? Debate en la calle y entre autoridades
La OMS recuerda que el uso de las máscaras no es útil para evitar contraer la enfermedad, pero si sirve para evitar que una persona infectada contagie a otra, ya que el coronavirus se transmite a través de las partículas de saliva. De hecho, la organización sigue diciendo que "su uso generalizado no está justificado" tal y como declaró María Neira, Directora de Salud Pública de la OMS, en Informativos Telecinco.
Aunque no todos los expertos coinciden. En los países asiáticos, la mascarilla es ya un elemento más de la vida diaria en la lucha contra el coronavirus. Muchos afirman que su uso es clave para evitar que pacientes asintomáticos contagien a otras personas. Para el epidemiólogo Juan Gestal, la mascarilla se debe llevar "cuando vayamos a lugares cerrados donde pueda haber gran cantidad de gente".
El Gobierno continúa con la doctrina de la OMS y en España sigue sin ser obligatorio su uso para cualquier desplazamiento. El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha asegurado este lunes que el Gobierno "no va a exigir nada que no se pueda cumplir por parte de los ciudadanos". La guerra internacional entre países por conseguir mascarillas y su escasez en el mercado, provocan que esta medida todavía se esté estudiando.
A pesar de ello, en Cataluña sí que se recomienda su uso para ir al supermercado, tal y como hizo la semana pasada el servicio de Protección Civil de esta comunidad autónoma. Esta mañana muchos cumplían en la compra con esa medida, aunque algunos clientes lo hacían porque "parece que si no la llevas te miran raro".
Y es que el debate también ha alcanzado la calle. Cada vez son más los partidarios de llevarla para "evitar el contagio de los asintómaticos", aunque todavía quedan muchos que no están de acuerdo en generalizar su uso.