Mascarillas lavables: todo sobre la alternativa ecológica y barata a las de usar y tirar
La presencia de restos de mascarillas y guantes en ríos y océanos alerta del efecto rebote de la era COVID-19 en el medioambiente
Las organizaciones ecologistas alientan el uso de las higiénicas reutilizables o de las de tela lavables
Las mascarillas pueden reutilizarse en los casos de personas sanas y que no pertenezcan a grupos de riesgo
Durante la pandemia se ha incrementado la producción de mascarillas, guantes y materiales de protección, un efecto rebote de la era COVID-19 para el medio ambiente (le habíamos beneficiado con la reducción de la gases de efecto invernadero), que obliga a los estados a acelerar la toma de medidas para gestionar bien estos residuos, altamente contaminantes. Sin embargo, los ciudadanos podemos contribuir a disminuir nuestra huella de carbono durante esta desescalada, mediante el uso de mascarillas reutilizables, una alternativa ecológica y barata que cuida de nuestro bolsillo y del entorno natural.
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La mascarillas se han vuelto uno de los complementos imprescindibles de la era COVID-19. Los españoles tenemos la obligatoriedad de llevarlas en espacios públicos cerrados y en aquellos casos en los que se no pueda garantizar la distancia de seguridad de dos metros.
Esta necesidad sanitaria, que nos acompañará probablemente hasta que se encuentro una vacuna o fármacos, supone para las familias un enorme gasto mensual en medio de una realidad económica ruinosa. Las estadísticas estiman que en una casa de cuatro miembros se necesitaría un presupuesto de más de 150 euros al mes. La factura ya se ha incrementado y son muchos los hogares que no pueden asumir ese desembolso.
Economía circular: Reciclado, reducción y reutilización
En apenas tres meses hemos generado tanta basura sanitaria, que hay rincones inhabitados del planeta donde los biólogos ya la han detectado. La presencia de mascarillas y guantes tirados en la vía pública se han convertido en una visión habitual, pese a que este insolidario gesto es doblemente dañino: pueden contener carga vírica altamente contaminante y perjudican seriamente el hábitat porque no son enseres biodegradables.
Según el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, en el nuevo modelo de economía circular que se impone en los países que conforman la Unión Europea es "esencial fomentar la prevención de residuos mediante la reducción, la reutilización, el alargamiento de la vida útil de los productos, la reparabilidad, la reciclabilidad, el consumo de servicios en lugar de productos y la incorporación de los materiales procedentes de residuos nuevamente a los productos".
Por otra parte, sugieren que un "eventual rebrote" en la desescalada podría "desembocar en un incremento en la generación de residuos", productos muchos de ellos elaborados con plásticos de un solo uso que se verían afectados por la actual legislación. Por eso, se promueve desde las autoridades fomentar las fabricación y uso de mascarillas higiénicas reutilizables (especificación UNE 0065) "sujetas a medidas adecuadas de limpieza y desinfección" en lugar de las elaboradas con materiales desechables. Recuerdan, igualmente, que las medidas de higiene y desinfección frecuentes son la mejor opción frente al uso de guantes desechables.
"Lo bueno de estas mascarillas es que aguantan un número determinado de lavados a 60 grados con jabón normal"
Según Greenpeace, las mascarillas pueden reutilizarse en los casos de personas sanas y que no pertenezcan a grupos de riesgo. Deben cumplir, como señalábamos anteriormente, con la normativa UNE 0065, tener una "respirabilidad menor al 60% y una filtración mayor al 90%". Es importante buscar estas especificaciones cuando se vayan a adquirir en los comercios, farmacias y parafarmacias. "Lo bueno de estas mascarillas es que aguantan un número determinado de lavados a 60 grados con jabón normal" y cuando se les ha dado todo el uso deben depositarse en el contenedor de restos.
Si se está enfermo o se acude a un centro de salud, aconsejan las desechables, de un solo uso y cuatro horas de efectividad.
Las de tela deben llevar filtros específicos
Otra alternativa que se está poniendo muy de moda son las mascarillas de tela. Si se han comprado, se debe tener en cuenta la homologación y que su composición sea una combinación de distintos materiales como el polipropileno, poliéster y viscosa. Para una total seguridad, este tipo de protección debe llevar unos filtros (UNE-EN ISO 14683:2019 y UNE 0065:2020), que eviten el paso de agentes contaminantes y virus. Estas telas deben colocarse en el bolsillo interno de la mascarilla.
Para su limpieza y desinfección, el Ministerio de Sanidad sugirió el 15 de abril tres métodos:
- Lavarlas en la lavadora con detergente y ciclo normal y agua a temperatura entre 60 y 90 grados.
- Sumergirlas en una disolución de lejía 1:50 con agua tibia durante 30 minutos y luego lavar bien con agua y jabón y dejar secar.
- Utilizar productos virucidas autorizados por el Ministerio para PT2 (uso ambiental), que han superado la norma 14476. En este último caso, se usarán de acuerdo a las recomendaciones del fabricante.
Sin embargo, las higiénicas reutilizables y las elaboradas con algodón no son las más idóneas para el verano. Como comentábamos hace unos días, los dermatólogos y expertos recomiendan para los días de mayores temperaturas las quirúrgicas y las FPP2 y desaconsejan las higiénicas reutilizables porque están elaboradas con algodón, un material no transpirable y que, según la OMS, puede ser una fuente potencial de infección.