Uno de los mayores expertos en aerosoles, el catedrático de Química y Ciencias Ambientales en la Universidad de Colorado, José Luis Jiménez, recomienda las mascarillas elastoméricas, que cuentan con filtros N95 sustituibles recubiertos de una silicona flexible capaz de ajustarse a casi todos los rostros, así como de desinfectarse con facilidad sin pérdida de efectividad.
Jiménez ha abierto un nuevo frente al considerar que las cada vez más populares FFP2 y sus equivalentes —N95 y KN95— pueden ser contraproducentes si no se usan correctamente. "El material se escoge para filtrar bien, pero se le pide a ese mismo material que ajuste bien. Y eso es difícil", ha señalado en un hilo de Twitter.
Debido a esto, el experto explica que él ha comenzado a utilizar mascarillas elastómericas por el mejor ajuste facial: "Noto que sellan mucho mejor, y más consistentemente. Y son menos cansadas de llevar. A medio plazo creo que se impondrán y las N95 actuales serán una reliquia del pasado", vaticina.
Según el experto, son un tipo de mascarillas que utilizan material N95, uno de los más eficaces, ya que tiene capacidad de filtrado de las partículas del 95%, y además disponen de silicona para que el ajuste sea mucho mejor.
Se crea un sello de base cómodo y ajustado alrededor de la cara que minimiza las fugas. Sellan alrededor del área de la nariz para que el uso de la máscara no empañe las gafas. Son reutilizables y soportan un gran número de lavados sin perder eficacia.
Según explica el catedrático, las mascarillas elastoméricas son mejores que las FFP2 o las FFP2 FFP3 de partículas.
Si se deja un pequeño hueco, los aerosoles escapan o entran por él. Jiménez aclara que las elastoméricas separan estas dos funciones, puesto que tienen un buen filtro y un material similar a la silicona, que sella a la perfección.
"Las mascarillas N95/FFP2 filtran muy bien, pero es difícil conseguir un buen ajuste, sobre todo en la nariz. Por esa razón, dudo cuando hay gente que las propone para todos. Si se llevan mal, por su forma, pueden crear más huecos que las de tela buenas, y al final funcionar peor", explica el experto.
Las mascarillas elastoméricas no son tan sencillas de encontrar en los comercios habituales, dado que hasta ahora se ha utilizado principalmente en ciertos gremios, especialmente en construcción, limpieza o control de plagas.
Jiménez recomienda las de la empresa Envo Mask Son muy caras en relación a los EPIs disponibles en el mercado: 79 dólares la unidad.
No obstante, el hecho de ser reutilizables y no perder eficacia de filtrado con los múltiples lavados hace que acaben amortizándose en poco más de un mes, siempre y cuando se venga optando por las FFP2 o FFP3 en una apuesta por la máxima protección disponible.
Por el momento, las elastoméricas no están entre las recomendadas por las autoridades en España, ni para sanitarios ni para el resto de la población; y tampoco se pueden adquirir en farmacias ni en supermercados.
Lo más parecido que hay son las medias máscaras con filtro, que los prevencionistas sólo recomiendan a los profesionales cuando entran en contacto son sustancias tóxicas o cancerígenas y las FFP2 de las que disponen no se ajustan bien.
"Este tipo de mascarillas elastómeras, que además suelen ser reutilizables, no son productos sanitarios. La funcionalidad va más dirigida a la protección de la persona que al que la lleva y sería EPI, siendo por tanto competencia del Ministerio de Trabajo y Economía Social", sentencia el Ministerio de Sanidad.